Paz Padilla y Bertín Osborne, asistentes sorpresa al cumpleaños de Íñigo Onieva

Íñigo Onieva acaba de alcanzar las 33 primaveras y la celebración de su cumpleaños se aleja mucho de las anteriores. Centrado en vida de pareja con Tamara Falcó y alejado de la noche como condición para darse el “sí, quiero” con ella, el empresario se decantó por una tranquila cena junto a su familia en un restaurante de la capital. Llamó la atención la ausencia de la marquesa de Griñón, aunque más tarde le felicitó públicamente y despejó todas los rumores sobre una nueva crisis a menos de un mes de la boda.

Haciendo gala de su poder adquisitivo, Íñigo Onieva y su familia se decantaron por uno de los locales más exclusivos de Madrid, el mismo al que acuden otros muchos rostros conocidos. De hecho, la casualidad quiso que el futuro marido de Tamara Falcó coincidiera en el restaurante con nombres muy populares, como Paz Padilla, Susanna Griso, Santiago Segura o Bertín Osborne. Esta peculiar pandilla de amigos se reunió en uno de sus locales de confianza, justo el mismo que eligió Onieva para celebrar su 33 cumpleaños. Todo un aluvión de estrellas que sorprendió incluso a ellos.

De hecho, aunque no acudieron juntos, el yerno de Isabel Preysler no dudó en detenerse a la entrada del restaurante para saludar y charlar un rato con Paz Padilla y Poty, también presente en esa comida de amigos.

Mientras, Íñigo Onieva y Tamara Falcó siguen inmersos en los preparativos de su boda, que tendrá lugar el próximo 8 de julio en el Palacio de El Rincón, una finca que la marquesa heredó de su padre, Carlos Falcó. Precisamente hoy, se ha desmentido la presencia de nombres ilustres como el de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y se descarta que las nupcias reúnan a 400 invitados, como se aseguró en un principio. Fuentes cercanas a la pareja aseguran ahora que los novios quieren un enlace más o menos íntimo, aunque esta palabra adquiere un significado diferente en las altas esferas. ¿Entenderán 200 invitados como algo "íntimo"?