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El peligroso regreso de la mujer fideo
Mujeres como Lauren Sánchez y Kim Kardashian desatan la fiebre por el Ozempic para conseguir su inquietante silueta de avispa

Es lo absurdo convertido en real: mujeres con aspecto de insecto. Hace cuatro años, Demi Moore llegó a un desfile con el rostro afilado y los pómulos tan salientes que parecía un bicho. Hoy Lauren Sánchez y Kim Kardashian exhiben siluetas de avispa. Sus cinturas tan exageradamente finas nos hacen pensar que en alguna de sus cirugías se han desprendido de su aparato digestivo. Tendría su lógica. Si no comen, ¿para qué el estómago ni ningún otro órgano implicado en la digestión? Es el fenómeno Ozempic, que estas socialités refuerzan con corsés, filtros o Dios sabe qué más hasta tomar su invertebrada forma.

Fascinante y asfixiante a la vez. El mismo Kafka creerá ver desde su tumba caricaturas por todas partes de Gregor Samsa, el personaje de «La Metamorfosis» que, al despertar de un sueño intranquilo, se encontró en su cama transformado en un insecto. Sobre su espalda, levantaba un poco la cabeza y veía una delgadez deplorable.
Para Gregor fue un infierno; para ellas, puro divertimento con el que acumulan likes. Más de un millón alcanzó Kardashian hace unos días con una sugerente pieza vintage de Mugler Magic. Su cintura microscópica, que desafía toda lógica anatómica, está desatando una auténtica fiebre por la faja moldeadora triple compresión y, sobre todo, por el Ozempic, el fármaco que consigue que millones de personas en todo Occidente se acerquen a esas siluetas inverosímiles que las celebrities nos venden como algo natural.
Habrá quien nos recuerde que ya Escarlata O’ Hara en «Lo que el viento se llevó», agarrada al poste de la cama y apretando bien los dientes, le pedía a Mammy que tirase con más fuerza de las tiras del corsé. La cintura de avispa es un viejo tótem de feminidad y desde hace siglos las mujeres moldean y encogen sus cinturas hasta quedarse sin aliento. En esta tesitura se vieron las actrices del Hollywood dorado como Marilyn Monroe, que inspiró la silueta de reloj de arena en los años 50 del siglo XX. Pero había un detalle ahora ausente: una vez que las lorzas terminaban su penitencia, se desparramaban tomando su forma natural.

Diáspora abdominal
Hoy son cuerpos que han mutado. No hay carnes que liberar, ni un desvergonzado michelín que caiga con holgura sobre una cintura que está al borde de la extinción. Esta imposición colectiva de la delgadez extrema es arriesgada e Instagram tiene mucho que ver en ello. Por cada centímetro menos, un fardo de admiradores y una carrera a la desesperada en busca del milagroso Ozempic, principal inculpado en esta diáspora abdominal.
Las Kardashian marcan los estándares y el fármaco actúa de varita mágica haciendo desaparecer hasta el último pliegue. Pasaron de curvilíneas con pechos y glúteos estrambóticamente inflados hasta el minimalismo actual, manteniendo, eso sí, un generoso pectoral. Su irrupción en el mundo de las celebridades provocó un aumento drástico en la demanda de glúteos brasileños como los suyos, una cirugía con elevadas tasas de mortalidad asociada. Luego vino la drástica bajada de peso, coincidente, sospechosamente, con el inicio del boom del Ozempic. A ellas se suman celebridades como Anya Taylo-Yov, la actriz de «Gambito de dama», que luce una figura similar. Por su imagen en Instagram con un corsé de Maison Margiela ha sido acusada de normalizar el hambre.
Según la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica, es el tipo de cuerpo más deseado. Mucho pecho, poca (casi ninguna) cintura, abdomen liso y piernas muy delgadas. O sea, una metamorfosis kafkiana queha desbancado al alegre «body positive», el movimiento que celebra la diversidad de cuerpos.
Un único patrón
No hay ya espacio donde encajarlo. Desde 2024, jamás se había visto tal homogeneidad de cuerpos en las alfombras rojas, todos en proporciones diminutas. En la última gala de los Oscar, el presentador Jimmy Kimmel ironizó con ello: «Todo el mundo tiene un aspecto genial. Cuando miro alrededor de esta sala, no puedo evitar preguntarme: ¿Será Ozempic adecuado para mí?».A pesar de las críticas que reciben las actrices e influencers por promover estándares de bellezas tan poco realistas, no deja de crecer el número de comunidades virtuales que ensalzan la delgadez. La creadora de contenido Liv Schmidt lidera una de ellas en TikTok, las Skinni Societé o la Sociedad de las Delgadas, donde mujeres flaquísimas dan consejos para conseguir sus figuras esqueléticas. Su cuenta ha sido suspendida varias veces.
La farmacéutica Novo Nordisk, fabricante de este tipo de fármacos, ha sido acusada de gordófoba, mal gusto e indecente por una reciente campaña donde habló de obesidad como una enfermedad que puede matar, algo que también considera la OMS. Las activistas del «body positive» creen que los cuerpos grandes vuelven a estar penalizados.
Lo que ha hecho este nuevo culto a la delgadez ha sido banalizar el uso del Ozempic y otros medicamentos cuyo principio activo es la semaglutida. Se crearon para personas con diabetes u obesidad exagerada, siempre bajo estricta prescripción médica. La semaglutida envía señales al cerebro para reducir el apetito y aumenta la sensación de saciedad. Al popularizarse como opción fácil para perder peso, la primera consecuencia fue la escasez. En Estados Unidos, la demanda aumentó de 2021 a 2023 un 442%. En 2024, las ventas globales de Ozempic alcanzaron aproximadamente 16.100 millones de euros.
Un anuncio socialmente irresponsable
La compañía británica Marks& Spencer tuvo que retirar recientemente un anuncio por presentar una modelo «enfermizamente delgada». En redes, calificaron la imagen de «socialmente irresponsable» y la firma fue acusada de una «regresión aterradora» en la industria de la moda. La ASA (Autoridad de Normas Publicitarias) coincidió con esta valoración.

Chioma Nnadi, editora de «Vogue» en el Reino Unido, advierte que Ozempic podría estar detrás de este «preocupante péndulo que vuelve a oscilar hacia la delgadez de las maniquís». En medio de este circo, solo cabe invocar a Darwin. ¿Acabará imponiéndose la hembra insecto como nueva especie humana o sobrevivirán las mujeres que honren sus cuerpos imperfectos aflojándose el corsé para recibir unas croquetas bañadas con un buen brindis?
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