Lazos de Sangre

Pepa Flores no mató a Marisol

La actriz asegura que "Marisol" sigue "viviendo dentro de mi".

Pepa Flores, en su papel mítico de Marisol
Pepa Flores, en su papel mítico de Marisollarazon

Hoy Pepa Flores no mató a Marisol. Así de contundente se mostraba su hermana Vicky en el documental que le dedicaba el programa Lazos de Sangre a la artista, presentado por Jordi González, el pasado martes en TVE. El mensaje, que partía de la propia Pepa Flores y era transmitido por su hermana, pretendía zanjar las maledicencias que han rodeado siempre a la dicotomía entre Pepa Flores y Marisol, que eran dos pero una. Leyenda negra, lo llamaba Vicky Flores.

Marisol
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Más de veinte años son los que lleva Pepa Flores sin realizar declaraciones a los medios ni dar una entrevista (la última se la concedió a su amigo José Manuel Parada), pero sí ha querido aprovechar que tanto su hermana como su hija pequeña aparecían en el documental para que transmitiesen su mensaje de manera directa: que no fue la artista la que acabó con el personaje. Es más, la hermana insistía en que era Pepa Flores, en realidad, la persona que más ha cuidado de la imagen de Marisol. «Está muy agradecida, la respeta muchísimo. Quizá más que nadie», y añadía que la propia Pepa Flores le había pedido que dijese que «Marisol sigue viviendo dentro de mí». Y ese profundo cariño de la artista hacia su personaje, que conocíamos a través de su familia, contrastaba con algunas de las declaraciones de otros participantes en el documental, que remarcaban la explotación que había sufrido de pequeña y esa infancia robada para convertirla en estrella. Una estrella que sigue despertando pasiones y que es todo un icono en este país. ‘El sueño español’, lo llamaba Marta Robles en su intervención en la cinta. Y es que, como reconocía su hermana, la temprana carrera de la niña había supuesto un antes y un después para su familia a nivel económico. Ese peso, el de ser responsable económica, descansaba sobre una niña muy pequeña que tenía que soportar jornadas maratonianas, viajes constantes y ausencias de seres queridos. Pero nadie estaba dispuesto a renunciar a la gallina de los huevos de oro.

Por eso quizá sorprende que haya roto la artista su silencio, aunque sea por persona interpuesta, para defender al personaje en el que la convirtieron (en el documental se habla de operaciones de nariz, tintes de pelo, vendas en el pecho) y al que lo fácil sería detestar en el momento en que se opta por la libertad. Libertad que pasaba por romper todo vínculo con Marisol, claro, y con un mundo del espectáculo que se había convertido en su jaula de oro. Ahora está tranquila en Málaga y feliz cerca del mar, y no parece dispuesta a renunciar a todo eso. Así lo contaban tanto la hermana como la hija, que afirmaban que claro que estaba al tanto de que aparecían en ese documental. Precisamente la hija pequeña, Celia, que es la que aparece, ha cantado algunas de las canciones de esa etapa de su madre. Heredera de la vena artística de sus progenitores, ha versionado algunos de los grandes éxitos de Marisol, esa que aún vive en Pepa Flores y a la que tan agradecida está.

En el documental aparecían, además de su hermana y su hija pequeña, distintos rostros conocidos (Jorge Sanz, Ángel Antonio Herrera, Marta Robles…) que, de una manera u otra, conocen ese paso de Marisol a Pepa Flores, como si de un pikachu evolucionando a Raichu se tratara. Nada se dice en el documental de mi conspiración favorita en toda esta historia, la de Remedios Olaya, que dice ser la verdadera Marisol y la niña que aparece realmente en ‘Un rayo de luz’ y ‘Ha llegado un Ángel’. Una pena, porque es divertidísima. Se realizaba, eso sí, un recorrido por la trayectoria personal y profesional de Pepa Flores hasta llegar a la actualidad, a ese voluntario retiro en su Málaga querida al que no parece dispuesta a renunciar.