Primeras palabras

Pitingo, tras su ruptura con Verónica Fernández: "Con ganas de vivir la vida"

En su primera aparición tras la ruptura, el cantaor evita los detalles, pero deja entrever una nueva etapa marcada por la música, la discreción... y las heridas que aún no se nombran

Pitingo, primeras palabras tras su sorprendente separación de Verónica Fernández tras 17 años de matrimonio
Pitingo, primeras palabras tras su sorprendente separación de Verónica Fernández tras 17 años de matrimonioEuropa Press

Pitingo ha reaparecido con el gesto sereno pero los ojos un poco más cansados. Ocurrió durante el estreno de "Padre no hay más que uno 5", pero el foco no estaba en la comedia familiar ni en el desfile de rostros conocidos. El verdadero centro de atención era él, el cantaor que entrelazó flamenco y soul, pero que ahora intenta armonizar las notas rotas de su vida personal.

Tras 17 años de matrimonio con Verónica Fernández, madre de su hijo Manuel, la noticia de su separación ha caído como una discreta bomba emocional en el mundo del espectáculo. No ha habido comunicados oficiales, ni reproches públicos. Solo un breve cruce de palabras entre el artista y los reporteros, en el que el pudor y la incomodidad se mezclaron con una calma casi ensayada.

"Mira, en la vida he hablado de nadie y tampoco voy a hablar de la mía", dijo Pitingo, con esa mezcla de respeto y evasión que solo dominan quienes han aprendido a proteger lo íntimo como un arte. "Estoy estupendamente, ¿vale? Con ganas de vivir la vida", añadió, como quien quiere convencer al otro, pero también convencerse a sí mismo.

Las fuentes cercanas no hablan de escándalos ni grietas abruptas. Al contrario, describen una separación triste pero inevitable, el desgaste natural de dos personas que empezaron juntas una vida, pero que ya no caminaban al mismo compás. "Cada uno tendría ya sus propias amistades especiales", susurra una voz del entorno, descartando con sutileza una reconciliación próxima.

El cantaor, eso sí, no deja margen a las dudas sobre su refugio emocional: la música. "Estoy, sobre todo, cantando, cantando y cantando, que esa es mi pasión, mi vida". Una forma de declarar que el escenario sigue siendo su casa, incluso cuando su hogar personal se ha desdibujado.

Pitingo se marcha del photocall con un "muchas gracias" y sin mirar atrás. No hace falta más. A veces, los silencios hablan.