Prensa rosa
Las portadas más caras del papel couché
Los ‘robados’ a miembros de Casa Real, Isabel Preysler en biquini o las primeras imágenes de parejas como Iker Casillas y Sara Carbonero han sido de las mejores pagadas
La portada de Ana Obregón convirtiéndose en madre por gestación subrogada ha sido una de las más impactantes a nivel informativo de los últimos años en nuestro país. Se estima que el precio que ha desembolsado la revista “¡Hola!” por el reportaje fotográfico estaría cerca de los 100.000 euros, lo que lo convierte en uno de los mejores pagados del momento. Y es que lejos quedó ya la época dorada de la prensa rosa donde se abonaban sumas astronómicas por portadas que cada semana se publicaban en exclusiva. La crisis que azotó al sector de la comunicación acabó con un gran número de publicaciones del papel couché, redujo en gran medida el presupuesto de las que siguen en pie y vio desaparecer a muchos paparazzi por el camino.
De hecho, cerca de la cifra que se ha desembolsado por las imágenes de la presentadora esta semana han estado solo portadas a la altura de las circunstancias, como la que llevaba las primeras imágenes de la pareja formada por Malú y Albert Rivera en 2019. Se publicaron en esta misma cabecera y la cifra rondó los 60.000 euros. Un desembolso que ya no es común en la prensa rosa y que solo se realiza con fotografías que suelen tener un gran interés a nivel mediático. Entre ellas siempre han estado los “robados” a miembros de la Casa Real, “los biquinis” de Isabel Preysler o fotografías de la ya expareja formada por Iker Casillas y Sara Carbonero.
Atrás quedan las sumas que se abonaban cuando el sector gozaba de muy buena salud y las cabeceras no dudaba en pagar el dinero que fuese necesario por dar las mejores fotografías en su medio de comunicación, como las imágenes de la por aquel entonces princesa Letizia y la reina Sofía en 2007 juntas y en biquini a bordo del Fortuna. En ese momento, se llegó a decir que la revista habría abonado por ellas más de 200.000 euros. Y 120.000 fue lo que se pagó por las primeras imágenes de una muy joven princesa Leonor esquiando en Suiza en 2010. Aunque no se puede hablar de exclusivas sin mencionar la portada más cara de la historia de España que, sin embargo, nunca llegó a publicarse: el toples de Lady Di.
Las imágenes prohibidas
La revista "¡Hola!" compró en 1994 unas comprometidas fotografías de la que fuera esposa del príncipe Carlos de Inglaterra tomadas en Málaga por 1.200.000 euros. Esto es, 200 millones de pesetas de aquella época. Lo más llamativo de aquel caso fue que la revista nunca las hizo públicas sino que quemó los negativos para salvaguardar así la intimidad de la princesa de Gales. Había muchos fotógrafos ese día mientras Lady Di tomaba el sol con el biquini desabrochado, pero fue Diego Arrabal, junto a un compañero, quien consiguió captar el pecho desnudo de la princesa en un descuido de esta. Unas imágenes que, a día de hoy, el paparazzi asegura a LA RAZÓN que le cambiaron completamente la vida: “Yo me llevaré a la tumba que hice la fotografía más cara de la historia”.
El dinero de aquel reportaje se repartió entre los diferentes reporteros gráficos que estaban allí en ese momento y es de las únicas imágenes de las que Diego habla en términos económicos. Del resto, prefiere guardar silencio. “A veces parece que somos millonarios y no es así para nada. Nuestro trabajo es muy difícil, no siempre tienes las condiciones óptimas para poder realizar este tipo de portadas”, explica. Y tanto es el tiempo y el esfuerzo que se invierte en conseguir una noticia que, a menudo, o no es comprada por las revistas o se paga por debajo de su valor, que muchos paparazzi han desistido de esta profesión en los últimos años, redirigiendo su vida profesional por otros caminos totalmente diferentes.
Para Arrabal, además, “muchas veces las grandes portadas no son las que mejor se han pagado”. Es uno de los pocos fotógrafos de la prensa del corazón que todavía hoy sigue viajando por el mundo para conseguir las mejores imágenes. Prueba de ello son las instantáneas de Paloma Cuevas y Luis Miguel en Nueva York durante el pasado mes de febrero. Sin embargo, destaca que en los últimos cuatro años sus desplazamientos han disminuido en un 80%.
“En la prensa del corazón española tenemos el gran problema de la inmediatez. Por ejemplo, la noticia de Ana Obregón llevaba siete días en la redacción hasta que ha salido a la luz [desde el 22 hasta el 29 de marzo]. ¿Qué tema aguanta en una redacción sin filtrarse y hacerse público durante tanto tiempo? De hecho, ‘Semana’ adelantó antes la información en su web”, destaca. Y es que las grandes exclusivas solo se pagan para las ediciones impresas, dejando de lado las cabeceras digitales. “No tiene sentido. La vida hoy en día es hacer reportajes y publicarlos. En Inglaterra, los tabloides buenos te compran la exclusiva por cinco horas por ejemplo para la web y al pasar ese tiempo la puedes vender en otros medios”, señala.
Entre las exclusivas que ha hecho a lo largo de su carrera y que recuerda “grabadas a fuego” están las fotos de Iker Casillas y Sara Carbonero en Estados Unidos nada más comenzar su relación en el año 2010, las imágenes de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en Bali mientras el premio Nobel le leía a su novia la novela que estaba escribiendo, los “biquinis” de la ex de Julio Iglesias o una Lady Di en Mallorca a punto de separarse del príncipe Carlos con la alianza de boda puesta en un dedo del pie. “A mí lo que me gusta es que a una portada no tengas que ponerle un pie de foto. Que la imagen hable por sí sola”, sentencia.
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