Reacción

Primeras palabras de Alessandro Lequio tras el bautizo de su nieta Ana Sandra

El padre de Aless decidió declinar la invitación del evento de la pequeña, marcado por la ausencia de su abuelo

Alessandro Lequio
Alessandro Lequio Gtres

 Ana Sandra fue bautizada ayer por la tarde en la iglesia de Nuestra Señora de la Moraleja de Madrid, el mismo lugar donde se ofició el funeral de Aless Lequio en 2020. Ana Obregón, arropada por sus familiares y amigos más cercanos, vivió uno de los días más felices de su vida. Su nieta recibió el sacramento del bautismo con el mismo traje de cristianar que lució su hijo, perteneciente a la familia Borbón y que estrenó Don Juan Carlos en el día de su bautizo.

Celia Vega-Penichet, prima de Aless Lequio, y Giacomo Ugarelli, íntimo del hijo de Ana Obregón desde pequeño, fueron los padrinos de Ana Sandra. Junto a los Obregón, Susana Uribarri, Raúl Castillo, Arancha de Benito y Alberto Dugarte fueron algunos de los invitados VIPS que acompañaron a la actriz en el bautizo de su nieta, marcado por la ausencia de Alessandro Lequio. Aunque recibió la invitación, el conde decidió no asistir a la ceremonia ya que, de momento, no tiene intención de conocer a la pequeña, nacida en marzo de este año por gestación subrogada en Miami.

Ana Obregón bautiza a su nieta, Ana Sandra, rodeada de toda su familia
Ana Obregón bautiza a su nieta, Ana Sandra, rodeada de toda su familiaEuropa Press

Tras el bautizo, Ana Obregón celebró en su vivienda de la Moraleja una merienda para todos sus invitados. Fue una fiesta de carácter íntima y familiar, reunión a la que tampoco asistió Alessandro Lequio. Esta mañana, el televisivo ha reaparecido públicamente y se ha pronunciado sobre el asunto. Serio y muy tajante, el padre de Aless Lequio ha sido muy claro: "No tengo absolutamente nada que decir". El conde vuelve a desmarcarse de cualquier información relacionada con su nieta y con Ana Obregón. Alessandro Lequio no tiene intención de conocer a Ana Sandra y está muy cansado de estar, desde el nacimiento de su nieta, en el ojo del huracán mediático.

A pesar de la ausencia de Alessandro, Ana Obregón vivió uno de los días más felices de su vida junto a Ana Sandra y todos sus seres queridos. Radiante y muy emocionada, la presentadora no pudo ocultar su felicidad por el bautizo de su nieta. Después de la muerte de su hijo, la presentadora ha recuperado las ganas de vivir y se ha volcado en el cuidado de la bebé, de la que no se separa ni un segundo desde su nacimiento.