Belleza

¿Qué se ha hecho Kamala?: largas carillas y leve blanqueamiento facial

Te contamos los secretos de belleza mejor guardados de la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos

Democratic presidential nominee Vice President Kamala Harris speaks during a presidential debate with Republican presidential nominee former President Donald Trump at the National Constitution Center
Democratic presidential nominee Vice President Kamala Harris speaks during a presidential debate with Republican presidential nominee former President Donald Trump at the National Constitution CenterAlex BrandonAgencia AP

Todo el mundo habla de Kamala Harris. La vicepresidenta se ha convertido en la comidilla de redes sociales. Su reciente actuación en el debate con Trump ha revelado cómo la cámara la favorece. Todos comentan lo joven que luce a sus 59 años. Harris parece notablemente joven y no parece haber recurrido a procedimientos drásticos, manteniendo su expresividad intacta.

En su rostro, que ha sido objeto de miles de análisis, ha retocado sus rasgos jamaicanos e indios, pero inteligentemente, no los ha eliminado del todo, adaptándolos a ese crisol tan norteamericano de lo étnicamente correcto. Quizás las pequeñas imperfecciones en sus tratamientos estéticos busquen transmitir una imagen de alguien en constante evolución, con un potencial todavía por descubrir. Ha optado por una especie de «cuarentena» a la sombra de Joe Biden, proyectando una imagen de madurez contenidamente atractiva.

De la candidata demócrata lo que más me llama la atención es su naturalidad. Aunque lleva carillas –un poco largas, por cierto–, su sonrisa no está del todo alineada, lo que podría deberse al bruxismo, que provoca apretamientos involuntarios de los dientes, especialmente durante la noche. Además, presenta una sonrisa gingival o «gummy smile», en la que al sonreír se expone una cantidad desproporcionada de encía.

Kamala Harris
Kamala HarrisSusan WalshAP

He notado que su cuello ha mejorado considerablemente, lo que podría ser resultado de microbotox para relajar la musculatura sin sacrificar la expresividad, o de hilos líquidos. También parece haber utilizado algún inductor de colágeno para definir su mandíbula, logrando un perfil excelente y eliminando lo que se conoce como «cuello de pavo», que se produce cuando los músculos del cuello se debilitan y la piel pierde elasticidad. Esto puede llevar a una apariencia flácida y arrugada, poco favorecedora.

Su piel se ve bastante más clara, lo que podría atribuirse a tratamientos de peelings químicos que no solo la iluminan, sino que también afinan los poros y unifican el tono. Descarto los rumores sobre rellenos en sus labios, ya que creo que el maquillaje es el responsable de su apariencia más voluptuosa. Es algo relativamente sencillo de conseguir.

Harris compartió su sencillo régimen de cuidado de la piel durante su campaña presidencial de 2019. Lo hizo con toda la naturalidad del mundo. Desde entonces, ha utilizado toallitas desmaquillantes y un limpiador facial, complementando su rutina con una crema hidratante diaria accesible y económica.