Rafa Nadal se muda al paraíso: así es su exclusiva villa en el Caribe

Rafa Nadal ha colgado la raqueta, pero no renuncia al buen gusto. Su retiro del tenis profesional no solo marca el final de una era sobre la pista, también el inicio de una nueva vida entre palmeras, mar turquesa y máxima privacidad. El manacorí ha elegido la República Dominicana como su paraíso personal y, más concretamente, el complejo Playa Nueva Romana, donde posee una villa que ya se perfila como su nuevo hogar lejos de los focos.

Adquirida en 2012, cuando aún sumaba Grand Slams sin descanso, la propiedad fue inicialmente valorada en 495.000 euros. Hoy, tras una década de mejoras y ajustes, su precio se estima en unos dos millones. Situada frente a un campo de golf y rodeada de vegetación tropical, la villa ofrece 227 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, tres dormitorios, cocina equipada, amplios ventanales, salón con chimenea y piscina privada. Todo ello dentro de una urbanización que incluye puerto deportivo, spa, gimnasio, club de playa y, por supuesto, su propio club de tenis.

Beyoncé, Will Smith y Marc Anthony

Playa Nueva Romana es algo más que un destino turístico: es una comunidad cerrada de más de 600 hectáreas que atrae a figuras del espectáculo y los negocios que buscan paz sin renunciar al lujo. Marc Anthony, Beyoncé o Will Smith figuran entre quienes han encontrado en República Dominicana un rincón perfecto para desconectar.

Para Nadal, esta villa caribeña no es un simple capricho inmobiliario. Representa la continuidad de un estilo de vida marcado por la discreción, la familia y el mar. Su pasión por la navegación -ya conocida por su imponente catamarán "Great White", anclado en Porto Cristo- se alinea con este entorno donde el ritmo es otro y la agenda deja espacio para lo verdaderamente importante.

Acompañado de su esposa Mery Perelló, su hijo y el bebé que esperan, Nadal planea pasar más tiempo en este nuevo refugio. Pero eso no significa que se desconecte del todo. Con una fortuna estimada en más de 310 millones de euros, continúa involucrado en sus inversiones: el grupo Tatel, hoteles, su academia en Manacor o su fundación para niños vulnerables.

Y aunque ya no compite, el tenis sigue muy presente. Tras la final de Roland Garros entre Alcaraz y Sinner, Nadal no tardó en felicitar públicamente al campeón murciano, confirmando que, aunque el uniforme ha quedado en el vestuario, su voz sigue pesando en el circuito.