Raphael, rodeado de lujo: así es la mansión en la que empieza su tratamiento contra el tumor cerebral

Raphael mantiene a todos preocupados, después de que le ingresasen hace ahora diez días atrás. Su calvario médico comenzó cuando presentó dificultades en el habla, lo que hizo que fuese trasladado al Hospital Clínico de Madrid, al creer que estaba sufriendo un accidente cerebrovascular. No era un ictus, por lo que fue trasladado al Hospital universitario 12 de Octubre de la capital para que fuese atendido por los profesionales que ya conocían su historial clínico. Era su expreso deseo y el de su familia. Después de un sinfín de pruebas médicas, en la tarde de este jueves llegó un nuevo diagnóstico: un linfoma cerebral primario que ha afectado a dos nódulos y del que ya está siendo tratado. Este viernes 27 de diciembre al fin ha recibido el alta hospitalaria, para emplazar en su casa las siguientes etapas de su lucha contra el cáncer. Una vivienda, por cierto, que supone un regalo para los sentidos.

De primeras, la residencia de ‘Los Martos’ está emplazada en una de las zonas más privilegiadas de la capital, en Boadilla del Monte, concretamente en la exclusiva urbanización de Montepríncipe. La mansión en sí descansa sobre una parcela de 2.400 metros cuadrados, completamente ajardinada, con piscina privada y dispuesta con sumo cuidado para el uso y disfrute de sus afortunados moradores. Todo ello protegido de miradas indiscretas, lo que supone un escondite ideal para Raphael, su mujer, Natalia Figueroa, así como sus tres hijos, sus parejas y sus nietos, además de íntimos amigos, cuando llega el buen tiempo y hay celebraciones al aire libre.

Raphael vive rodeado de lujo y ostentación y no solo por el valor de mercado que alcanzan las casas de sus adinerados vecinos. Rondan entre los 2 y los 11 millones de euros, de ahí que la zona no esté al alcance de todos los bolsillos. De ahí que suponga también un reclamo para los amantes de lo ajeno, como así sucedió en casa del cantante en 1979 cuando sufrieron un robo en su domicilio, además del secuestro exprés de su mujer. Un susto que han podido dejar atrás en el tiempo llenando las estancias de su casa de alegres recuerdos junto a sus seres queridos. Esos que ahora le acompañan en la sala del hospital a la espera de recibir el permiso para regresar a casa, donde continuarán proporcionándole todas las atenciones.