El reparto de la herencia de Fernández Tapias que sitúa a Nuria González como la gran beneficiada

El testamento de Fernando Fernández Tapias ha sido uno de los temas que más polémica ha levantado en los últimos días. Este pasado sábado, desde ‘La Otra Crónica’, se desvelaba que los cinco hijos mayores del que fue vicepresidente del Real Madrid habían quedado al margen de la herencia de su padre, pero por el momento se desconocía quienes serían los grandes beneficiados de este reparto.

No había la menor duda de que el reparto favorecería a su viuda, Nuria González, pero parece ser que en dicho reparto ha conseguido “la máxima cuota hereditaria a la que puede aspirar legalmente una viuda en España. Si tenemos en cuenta la maniobra de la mansión, ha superado incluso esa marca”, comentaban fuentes de la familia Tapias a ‘Vanitatis’.

En España la herencia se divide en tres tercios. El primero de ellos es el de ‘legitima’, una parte de la masa hereditaria que es obligada por ley y no se puede deslegitimar salvo en casos extremos. En este caso, como ha explicado en exclusiva Nacho Gay en el citado medio, el empresario gallego ha dividido la ‘legítima’ entre sus dos hijos menores, dejando así fuera del reparto a sus cinco hijos mayores, fruto de sus matrimonios con Victoria Riva de Luna y Juana García Courel.

El segundo tercio es el de ‘libre disposición’ que va destinado a Nuria González. Se trata de una parte de la herencia que el testador puede disponer de él a su elección. Sin embargo, la sorpresa aparece con el último tercio, el de ‘mejora’, que Fernández Tapias ha dejado a Iván y Alma en calidad de nuda propiedad, aunque Nuria González tendrá el usufructo de esta parte hasta su muerte.

De este modo, teniendo en cuenta la casa familiar que Tapias legó a su viuda en vida, Nuria González será la mayor beneficiada de este reparto contando con dos tercios de la herencia del empresario, la mayor cuota de la que se puede disponer en España.

Por la parte de los hijos mayores del empresario, desde un primer momento indicaron que intentarían desestimar las últimas voluntades que su padre había manifestado en su testamento. Lo único que faltaría por ver es si deciden tomar la “vía suave o la vía dura”, como relata la fuente a la que ha tenido acceso ‘Vanitatis’.