Rodolfo Sancho vuelve a Tailandia para reencontrarse con su hijo Daniel

Desde hace semanas, Daniel Sancho no recibe visitas en la prisión de la isla de Koh Samui. El ritmo frenético de los primeros días tras su detención se detuvo y su madre, Silvia Bronchalo, que acudía cada día a encontrarse con su hijo, dejó de aparecer por la cárcel, aunque se cree que todavía permanece en el archipiélago asiático. Lo mismo ocurrió con Rodolfo Sancho, que regresó a España pocos días después de volar hasta Tailandia, y ninguno de los dos ha vuelto a dejarse ver por las instalaciones del centro penitenciario.

Ahora, se ha dado a conocer que Rodolfo Sancho está de camino a Tailandia, y se espera que se reencuentre con Daniel Sancho a su llegada. Este viaje de última hora coincide en el tiempo con el aplazamiento de 12 días que la Fiscalía solicitó para presentar su informe de acusación, a partir del cual se establecerá la fecha del juicio que dictaminará el futuro de Sancho.

El plazo vencerá a finales de este mes y está previsto que el Ministerio Público de Tailandia tenga completado su auto, aunque podría solicitar una nueva prórroga tantas veces como considere necesario, puesto que el plazo de 84 días desde que Sancho fue detenido se aplica solo a la Policía.

“La Fiscalía prorroga según su necesidad. Está prorrogando hasta que tenga su informe de acusación realizado, y ellos pueden ir subiendo cada 12 días esa prórroga. Esos 84 días eran únicamente para la Policía, su máximo para presentar su informe. En cambio, la Fiscalía puede prorrogar lo que estime”, explican a LA RAZÓN fuentes judiciales.

De este modo, parece que Rodolfo Sancho viaja a Tailandia para empezar a preparar todo lo necesario de cara al juicio de su hijo, que se espera para finales de este 2023 o principios del año que viene.

Daniel Sancho no lo tendrá fácil, puesto que los detalles que se han filtrado de los informes presentados por las autoridades apuntan a que se enfrentará al cargo de asesinato con premeditación, un delito que en Tailandia se castiga con la pena de muerte. La estrategia de la defensa se basará en intentar demostrar que no mató a Edwin Arrieta con premeditación, lo que reduciría su pena a la cadena perpetua.