Entrevista

Sandra Gago: «Con Feliciano han sido ocho años intensos y llenos de hitos»

La esposa del tenista acaba de alcanzar la treintena y se sincera con LA RAZÓN sobre lo mucho que ha cambiado su vida en menos de una década. De la universidad a los photocalls, de soltera a madre de dos hijos, de niña a mujer

Sandra Gago y Feliciano López, en el photocall de Cosentino
Sandra Gago y Feliciano LópezGtres

En menos de una década, la vida de Sandra Gagoha dado un giro de 180 grados y ya nada tiene que ver con la de aquella universitaria de 22 años que copó titulares por su entonces incipiente relación con Feliciano López. En ese momento, el tenista, ahora retirado de las pistas, tenía 36 años, una diferencia de edad considerable, por la que pocos apostaban por su relación.

Ahora, con la treintena recién cumplida, Sandra Gago suma seis años de matrimonio y dos hijos en común: Darío y Marco. Lleva una vida volcada en su familia y completamente diferente a la que había imaginado cuando empezó a estudiar Periodismo. Las tornas han cambiado y experimenta esta disciplina desde el otro lado, convertida en personaje recurrente del couché. Una posición de la que no reniega. «Desde que estoy expuesta a los medios y desde que conocí a mi marido, han pasado ocho años, y para mí eso es muchísimo. Cuando llegó ese momento, ya llevaba años trabajando y estaba contenta con mi carrera. Tenía 22 años, estaba terminando la universidad y ya me ganaba la vida, así que me sentía en una situación privilegiada. Pero luego llegaron muchas cosas: conocí a mi marido, me casé, tuve dos hijos, y en lo profesional también hubo avances importantes. Por eso celebré mis 30 años: habían sido ocho años intensos y llenos de hitos personales y profesionales. No me imaginaba tener dos hijos y estar tan asentada en todos los ámbitos a esa edad», dice Gago a LA RAZÓN.

Sandra Gago desvela si Feliciano López y ella se plantean ampliar la familia
Sandra Gago desvela si Feliciano López y ella se plantean ampliar la familiaEuropa Press

Pero no fue nada fácil adaptarse a este cambio ni acostumbrarse a estar en el foco, que a veces no ha sido del todo justo con ella ni con su marido: «Al principio me costó, como todo lo desconocido. Te cuesta entender ciertas situaciones y adaptarte, pero con el tiempo normalizas todo y aprendes a manejarlo. Lo que al principio puede parecer un problema, luego se relativiza».

Mantener los pies en tierra

Lo más complicado pasada la tormenta inicial es mantener los pies en la tierra y no sucumbir a la perversión de los flashes, el lujo y la fortuna: «Creo que eso va con la personalidad y los valores que tienes. Mi familia siempre me ha mantenido conectada a mis raíces, al igual que mis amigas de toda la vida. Dar valor a lo importante -a la familia, los amigos, los momentos de felicidad- ayuda a no perderse en lo superficial».

De hecho, a pesar de todas las etiquetas que suelen acompañar su nombre -mujer de, modelo, influencer…-, ella se autodefine como «una chica normal a la que le gusta mucho su trabajo y su familia, muy amiga de los amigos que quiere y fiel a la gente que confía en mí. Valoro las cosas reales y trato de alejarme de lo frío o polémico. Me gusta disfrutar de la vida sin complicaciones y vivir con tranquilidad».

Tres hombres en casa

Lo tiene claro: en este momento, la palabra que más la define es la de madre. O mejor dicho, madraza. «Tanto mi marido como yo lo somos. Tengo mucha energía, y con dos niños muy activos hay que tenerla. Me encanta pasar tiempo con ellos; es lo que más quiero en el mundo. Pero también disfruto del tiempo con mi marido, de mi trabajo y de mis amigas. Mi prioridad son ellos, y cuando estoy con ellos estoy al cien por cien».

Sandra Gago y Feliciano nos descubren las fotos de su boda
Sandra Gago y Feliciano nos descubren las fotos de su bodalarazon

Con tres hombres en casa, Sandra no descarta ir a por la niña, aunque por ahora no está entre sus prioridades ni las de su marido. Además, podría hacer pleno con otro varón: «Nunca se sabe. Tengo la sensación de que, si me quedara embarazada, sería otro niño. No es algo que tengamos decidido; hay días que sí queremos, otros que no… Lo importante es que ahora estamos centrados en disfrutar de los niños que tenemos».

Por superstición, prefiere no desvelar qué deseo pidió cuando sopló las 30 velas este octubre, pero sí tiene claro qué quiere de cara a los 31: «Que todo siga igual de bien, con salud para mí, mis hijos y nuestra familia. Eso es lo principal».