Seguimos la pista de Rocío Flores por México sin su novio: las espectaculares fotos

Rocío Flores tiene un perfil mediático mucho más bajo, ahora que las desavenencias y conflictos familiares han quedado lejos de la parrilla televisiva. La hija de Antonio David Flores y Rocío Carrasco continúa con su vida, ahora que la calma parece haberse instalado en ella tras tantos huracanes seguidores. Así, poco a poco va dando pistas sobre sus pasos en sus redes sociales, ahora una de sus principales fuentes de ingresos desde que dejase de ser rostro habitual de los platós. Ahora, la influencer ha hecho las maletas para descubrir las maravillas que ofrece México, donde ha querido viajar para desconectar de la rutina en muy buena compañía, con un grupo de amigos, pero con la sonada ausencia de su novio, Manuel Bedmar.

Lo más probable es que los compromisos profesionales de su pareja le impidan cogerse vacaciones siempre que lo desee. Aun así, Rocío Flores no ha querido quedarse en tierra y ver en el Instagram de sus amigos lo bien que se lo han pasado por México. Prefiere ser ella la que da envidia, más aún después de lo duro que ha sido su trabajo los últimos días: “Todavía estoy reponiéndome un poco del cierre de mes que tuvimos. Ha sido un cierre de mes de locura”, explica la protagonista a través de un larguísimo mensaje detallando lo orgullosa que está del esfuerzo empleado por sus compañeros para alcanzar los buenos resultados de su compañía.

Un mensaje de ánimo a su equipo, pero también a ella misma. Pero, sin duda, lo que más estaba deseando escribir es el final, pues anunciaba el comienzo de su periplo por tierras mexicanas: “Estoy feliz por el equipo y ahora nos vamos a ir a hacer un poco de turismo”. Unas excursiones de lo más fructíferas y que sus fans han seguido foto a foto en su cuenta personal, donde ha mostrado aquello que más le ha ido llamando la atención.

La primera parada en la hoja de ruta de Rocío Flores y sus amigos han sido las famosas pirámides de Teotihuacan. Se trata de uno de los enclaves más turísticos y, por supuesto, ella se hizo la correspondiente instantánea que exige la tradición, sonriente frente a uno de los enclaves monumentales más fotografiados de Ciudad de México.

Paso a paso, el grupo de amigos de Rocío Flores ha ido cumpliendo la ruta marcada en el mapa para descubrir las grandes maravillas de la región. Pasaron por la Basílica de la Virgen de Guadalupe, se dejaron perder por las calles de la zona y fueron seducidos por los encantos de sus gentes y, especialmente, de su comida. Si algo parece que ha gustado a la troupe ha sido la gastronomía, estimulando sus paladares con las mejores propuestas.