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Sheila Devil celebra el verano con un polémico desnudo

La hija de Camilo Sesto despierta todo tipo de comentarios en Internet, desde los "me gusta" hasta las críticas más severas.

Sheila Devil, antes Camilo Blanes
Sheila Devil, antes Camilo BlanesRedes sociales

Fiel a su costumbre de subir a las redes sociales imágenes impactantes, Sheila Devil celebra el verano con una fotografía en la que aparece desnuda, mostrando su cuerpo sin ropa en una pose que intenta ser sensual y sexual a partes iguales.

La hija de Camilo Sesto despierta todo tipo de comentarios en Internet, desde los “me gusta” hasta las críticas más severas.

A su madre, Lourdes Ornelas, no le hace la menor gracia ver a su hija exhibiéndose de esa forma públicamente. Sin embargo, a pesar de sus consejos, Sheila hace caso omiso a los deseos maternos de que sea más prudente. La relación entre ambas no es lo que ella desearía; quienes conocen bien a la familia hablan de un carrusel de amor y odio que lo mismo las une que las separa.

La mexicana se ha convertido en una madre coraje que lucha constantemente por conseguir el bienestar de su hija. Asiste estupefacta a los comportamientos poco loables de Sheila y se duele al ver el estado en que se encuentra el amplio chalet de Torrelodones.

Lo lógico sería que ambas vivieran bajo el mismo techo -eso le habría gustado a Ornelas-, pero la otra parte se niega a ese tipo de convivencia, quizá porque no quiere sentirse vigilada por su progenitora, dada la desordenada vida que lleva, marcada por las malas compañías y las adicciones.

En el pueblo serrano de Torrelodones, los más viejos del lugar se asombran de la transformación física de quien ellos conocían como Camilín, el chaval que se movía por la zona con su pandilla de amigos en su adolescencia. Les cuesta reconocer en él a Sheila; nunca llegaron a imaginarse un cambio tan radical.

Antonio G., que coincide con ella en un café del centro del pueblo, nos dice: “Es una pena ver que se junta con malas compañías, gente nada recomendable y que le hace mucho mal. Si su padre levantara la cabeza, se llevaría un disgusto tremendo. Camilo era un señor; no habría consentido que su casa se convirtiera en una especie de basurero y, seguro, habría alejado a la hoy Sheila de personas tan nocivas”.