Polémica
El siervo de Dios que aconsejó a Juan Ortega suspender su boda
Ante las dudas del torero, el cura le recomendó que no se casara, aun sabiendo las consecuencias que eso iba a traer al diestro
Hombre profundamente religioso, el torero Juan Ortega, que suspendió su boda con la cardióloga Carmen Otte dos horas antes del enlace, pidió consejo al sacerdote que iba a oficiar la ceremonia antes de tomar tan drástica, y polémica, decisión.
Y el "siervo de Dios", ante las dudas de Juan le recomendó que no se casara, aun sabiendo las consecuencias que eso iba a traer al diestro.
Fue una charla realizada en el hotel en el que ambos se alojaban, Ortega expuso su temor a que el matrimonio fuera un fracaso, llevaba tiempo abrumado por las dudas, sufría en silencio y tan solo estaban al tanto de su estado emocional sus más allegados.
No fue capaz de confesarle a Carmen lo que sentía, se engañó a sí mismo creyendo que debía llegar hasta el final, que podría ser un buen marido, dejando atrás las vacilaciones.
La conversación postrera con el sacerdote le aclaró definitivamente las ideas, e hizo la llamada fatídica a su hasta entonces pareja.
Carmen, como ya hemos publicado, lleva desde el sábado pasado, día en que tendría que haberse celebrado la boda, sumida en un pozo sin fondo, las lágrimas afloran a todas horas y se esconde ante los ojos del resto del mundo en la casa jerezana de sus padres. Fueron casi catorce años de relación sentimental, ahora rota por la indecisión del que ella considera el gran amor de su vida. Trágico final para una historia sentimental que parecía perfecta.
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