Polémica

Sting, en el ojo del huracán: sus excompañeros de The Police lo demandan por "millones en derechos de autor"

dAndy Summers y Stewart Copeland han llevado al cantante británico ante los tribunales reclamando regalías no abonadas desde los años dorados del grupo. El eco de Every Breath You Take vuelve a sonar, pero esta vez en clave judicial

El cantante Sting en un acto este mes en California. (Foto GTres)
El cantante Stinglarazon

El verano de Sting ha dado un giro inesperado. A sus 73 años, Gordon Sumner -su nombre real se enfrenta a una batalla legal iniciada por quienes fueron sus compañeros en una de las bandas más influyentes de finales del siglo XX: Andy Summers y Stewart Copeland. Según adelantó "The Sun", el guitarrista y el batería han interpuesto una demanda en el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales en la que reclaman "millones en derechos de autor perdidos".

La tensión no es nueva. Fuentes cercanas al proceso aseguran que el conflicto se viene gestando desde hace tiempo y que hubo múltiples intentos de acuerdo extrajudicial que nunca fructificaron. Cansados del estancamiento, Summers y Copeland decidieron llevar el caso a la justicia, apuntando tanto contra Sting como contra su empresa, Magnetic Publishing Limited.

El peso de un clásico inmortal

El trasfondo del litigio apunta directamente a Every Breath You Take, el single más vendido de 1983 y convertido en una de las canciones más reconocibles de la historia del pop. La prensa británica cifra en más de medio millón de libras semanales (unos 578.500 euros) lo que Sting seguiría ingresando en concepto de regalías por este tema. La paradoja: mientras el cantante disfruta de estos ingresos astronómicos, Summers y Copeland, al no figurar como compositores, no perciben nada.

De la gloria a la grieta

The Police nació en Londres en 1977 y en apenas una década se transformó en un fenómeno global, con más de 75 millones de discos vendidos. El trío se disolvió en 1986, pero su música continuó marcando generaciones. En 2007 protagonizaron una gira mundial de reunión que fue un éxito rotundo, aunque ya entonces se dejaba entrever que la relación personal entre los tres no había sanado del todo.

Hoy, casi dos décadas después de aquel reencuentro, la disputa judicial parece reabrir viejas heridas. El relato de Summers y Copeland pone sobre la mesa una cuestión recurrente en la industria: el delicado reparto de los créditos de autoría y cómo estos determinan fortunas desiguales.

Mientras tanto, Sting mantiene una agenda activa de conciertos y apariciones públicas, consolidado como leyenda viva del rock británico. Sin embargo, este nuevo capítulo podría acompañarlo durante meses, empañando una trayectoria que hasta ahora había sabido conjugar prestigio artístico y éxito comercial.

La historia de The Police vuelve a los titulares, pero no por un nuevo disco ni por una reunión soñada. Esta vez, es un tribunal quien dicta el compás.