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Explica su ausencia
Susana Saborido, la mujer de Joaquín Sánchez, no está en su mejor momento, pero parece que nada logra bajarle el ánimo o amenazar su tranquilidad. Ni tan siquiera la controversia que surgió hace unos meses que apuntaban a presuntas infidelidades de su marido, así como el alzamiento de su hermano José como habitual de los platós de televisión para criticarla y acusarle de todo. Pero lo que sí le ha mantenido algo preocupada es su salud.
El matrimonio ha permanecido unido frente a la adversidad, incluso a pesar de que se ha hablado de crisis entre ellos y se anunciase su divorcio. Se cansaron de tantos dimes y diretes y anunciaron medidas legales contra todos aquellos que reprodujesen mentiras que pusiesen en riesgo su derecho al honor y la intimidad, lo que bajó a sus enemigos del pódium y les trajo algo de tranquilidad. Ahora ella vuelve a la primera plana.
La influencer desapareció durante un tiempo de las redes sociales, para refugiarse en los suyos y alejarse del escándalo. Así durante cerca de un mes sin que se pronuncie, aunque sí que se le ha podido ver en actos públicos y en citas privadas con su marido. Ahora retoma su labor en las redes sociales explicando el motivo: “Llevaba tiempo sin pasar por aquí, necesitaba tiempo para desconectar y volver a encontrar mi yo”, escribía.
“Aquí vuelvo con más fuerzas que nunca. Hoy tuve buenas noticias de médicos y doy gracias a Dios por todo”, zanjaba su regreso esperadísimo a Instagram, donde sus seguidores ya le echaban de menos. Esto ha provocado que muchos de ellos le dejasen constancia de su alegría al conocer que todo le va bien y que los resultados médicos han salido a pedir de boca.
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Apuntes para una falsa polémica