Mallorca

Un título, un traje y unos terrenos en el punto de mira: el marqués Rafa Nadal, entre el honor real y la crítica local

El extenista se presentó en traje en la recepción con los Reyes a pesar de que el dress code indicaba lo contrario, pero no fue esa la única razón por la que acaparó buena parte de las miradas...

Rafa Nadal, junto a la Familia Real en la recepción en Marivent
Rafa Nadal, junto a la Familia Real en la recepción en MariventGtres

Rafa Nadal acudió este lunes por primera vez a la tradicional recepción de verano ofrecida por los Reyes en el Palacio de Marivent. Lo hizo en calidad de nuevo Marqués de Llevant de Mallorca, título que le fue concedido por Felipe VI a finales de junio en reconocimiento a su trayectoria deportiva y a sus “valores ejemplares”. Una aparición inédita del campeón de 22 Grand Slams en un entorno institucional al que hasta ahora no había querido asomarse. Quien por cierto optó por ir con traje chaqueta, el único, ya que hasta Felipe VI fue en guayabera como, indicaba el dress code de la invitación. El Nadal noble no deja espacio para el relax, entiéndame la broma.

El evento, que reúne cada año a más de 600 representantes de la sociedad civil balear, políticos, empresarios, artistas, académicos y deportistas, contó esta vez con la presencia destacada de Nadal, quien debutaba como noble en un ambiente que mezcla formalidad con cercanía. A su llegada, saludó a la Reina Letizia, a la Princesa Leonor y a la Infanta Sofía, que este año participaron por primera vez como anfitrionas junto a sus padres.

La concesión del título nobiliario, el primero que Felipe VI otorga desde su proclamación en 2014, ha sido interpretada como un gesto de reconocimiento institucional a una figura que representa, dentro y fuera del deporte, un modelo de mérito, constancia y reputación intachable. Nadal, como suele, se mantuvo discreto, sin declaraciones ni protagonismo más allá de lo simbólico.

Rafa Nadal, el causante de que la Familia Real muestre su lado más sonriente en la recepción de Marivent
Rafa Nadal, el causante de que la Familia Real muestre su lado más sonriente en la recepción de MariventEuropa Press

La ausencia de María Francisca Perelló, embarazada de su segundo hijo y en la última etapa de la gestación, fue comentada con naturalidad. “Está embarazadísima”, bromeó un invitado próximo a la familia Nadal. Perelló, conocida por su perfil bajo, ha optado por mantenerse alejada de los focos durante su estado de buena esperanza.

Pero no todos los ojos estaban puestos en la medalla nobiliaria. En los últimos meses ha vuelto a estar sobre la mesa el debate en torno a la recalificación urbanística de los terrenos donde se levanta la Rafa Nadal Academy, en Manacor. El complejo deportivo y turístico, que incluye academia, escuela, hotel y centro de alto rendimiento, fue construido en suelo originalmente rústico mediante una modificación del planeamiento que suscitó críticas en su momento y que ahora vuelve a generar controversia.

Diversas plataformas ecologistas, entre ellas GOB Mallorca, y urbanistas como Miquel Barceló, han expresado dudas sobre la legalidad del proceso y acusan a las autoridades locales y autonómicas, gobiernos del PSIB, del PP y del Consell de Mallorca, de haber actuado con excesiva permisividad ante el peso simbólico de Nadal. El deportista ha defendido públicamente la legalidad de la obra y su impacto positivo en la economía local. “Todo se ha hecho con transparencia y siguiendo la normativa vigente”, declaró recientemente a Diario de Mallorca.

Rafa Nadal Academy.
Rafa Nadal Academy. Agencia AP

En los jardines de Marivent, sin embargo, el asunto no se coló en ninguna conversación pública. La recepción transcurrió en un ambiente distendido, con copa de cava, embutidos locales, coca de trempó y tataki de atún. Entre los asistentes, nombres como Miquel Ensenyat, Margalida Prohens, Joan Miquel Oliver, Agustí Villaronga y otros representantes del panorama social y cultural de las islas.

La presencia de Nadal fue recibida con respeto y cierta curiosidad. Su figura, ya consolidada como símbolo global del deporte español, entra ahora en una nueva fase: la de la representación institucional. Lo hace con naturalidad, pero también con la mochila de ciertas contradicciones. El título nobiliario corona su imagen pública, aunque no exime de análisis su papel como actor económico y promotor urbanístico en su isla natal.

Por ahora, el Marqués de Llevant prefiere mantenerse al margen de la polémica. Su gesto en Marivent, sereno, educado, nada impostado, fue fiel a su estilo. Si la nobleza también se mide en discreción, Nadal parece haber entendido el código.