En familia

El verano más íntimo de Borja Sémper y Bárbara Goenaga en Cádiz

La pareja afronta con serenidad y amor el reciente diagnóstico de cáncer del político, que ha transformado sus vacaciones en una celebración de la vida junto a sus hijos

Borja Sémper y Bárbara Goenaga en Cádiz
Borja Sémper y Bárbara Goenaga en CádizInstagram

El calor de agosto, la brisa del atlántico y la belleza de las playas gaditanas han acogido este año a Borja Sémper y Bárbara Goenaga en un verano que no es como los demás. La pareja ha elegido Cádiz como refugio familiar, un lugar donde detener el tiempo y saborear cada instante tras un anuncio que ha marcado su presente: el político comunicaba el pasado mes de julio que padece un cáncer en fase inicial. Desde entonces, su manera de habitar la vida -y el verano- ha cambiado.

En la orilla, caminando de la mano, han compartido un vídeo en el que se les ve sonrientes, cómplices, acompañados por sus hijos: Pablo, de 19 años; Aran, de 14; y los pequeños Telmo y Eliot, de 8 y 6. Juntos han convertido la rutina estival en un canto a la serenidad: juegos en la arena, confidencias bajo el sol y paseos que son tanto físicos como emocionales. Como resume Bárbara con una frase que se ha vuelto lema familiar: "Saber que cada momento de la vida es un regalo".

Sin dramatismos

El propio Sémper lo expresaba en redes: "Unos días en Cádiz para recuperar energía. Cádiz siempre es una buena idea". Una idea que ha servido también para explicar, con franqueza y sin dramatismo, cómo lo viven en casa. "Tenemos dos sectores: el mayor, de 14 y 19, que ya saben lo que es convivir con la enfermedad, y el infantil, de 6 y 8, a quienes intentamos preservar sin mentirles: ‘Papá está enfermo, papá se va a cortar el pelo, y vamos a ver si funciona’". Una manera de afrontar el reto con naturalidad, sin ocultar lo esencial.

En esta pausa gaditana no han faltado los pequeños rituales: visitas a viveros para elegir plantas que se llevarán como recuerdo, comidas que van de unas almejas al ajillo a un sorprendente arroz de tuétano con langostinos, y atardeceres frente al mar que invitan al silencio y a la reflexión. Por encima de todo, la familia celebra lo más simple: estar juntos.

El anuncio de la enfermedad, realizado el 14 de julio, se produjo con serenidad y con un mensaje esperanzador: "Confío en que, en no demasiado tiempo, podamos celebrar mi recuperación y curación". Borja lo hizo público, dice, para adelantarse a rumores y restarle dramatismo: "Sin frivolizar, porque no voy a frivolizar con algo serio, pero quitándole hierro".

En esta travesía, Bárbara ha sido el gran sostén. Fue ella quien insistió en que acudiera al médico y se sometiera a las pruebas, lo que permitió detectar el cáncer en su fase inicial. "Estoy hablando en estos términos gracias a mi mujer", reconoce él. Y a ella dedicó también unas palabras de amor en su cumpleaños: "Bárbara es luz, guía, madre y amante. Habrá más cumpleaños, te mereces mejores cumpleaños, y te los daremos".