Libros

Valladolid

Fernando Cayo: «Me siento estúpido muchas veces»

Profesión: actor.. Nació: en 1968, en Valladolid.. Por qué está aquí: protagoniza todos los martes «La terapia definitiva» en el Bellas Artes (Madrid).

Fernando Cayo: «Me siento estúpido muchas veces»
Fernando Cayo: «Me siento estúpido muchas veces»larazon

–«La terapia definitiva». ¿Para curar qué?

–El mal de esta sociedad, que es básicamente el miedo.

–Un monólogo con música de fondo. ¿A usted qué le cura?

–Los miedos, el exceso de responsabilidad, el complejo de culpa. Me ahorro el psiquiatra, y en lugar de pagar, cobro.

–¿Qué nos está volviendo locos?

–El creer que somos más de lo que somos. Tenemos que ser conscientes de nuestra estupidez. A mí me vuelve loco la estupidez de la clase política.

–De verdad: ¿se siente estúpido muchas veces?

–Sí, muchas, sobre todo cuando estoy con mi hija de ocho años. Me da lecciones de sentido común.

–Esa chica llegará lejos. Su show es una conferencia psicodélica sobre la estupidez. ¿Qué recomienda contra ella?

–Reconocerla y perdonarnos a nosotros mismos. Somos estúpidos, no pasa nada: se lo digo a los espectadores y a mí mismo.

–¿La entrega de los Goya es terapia de grupo o...?

–Terapia de grupo, ejercicio de libertad de expresión. Pero hay gente que no entiende la discrepancia.

–¿Qué tipo de terapia necesita nuestra clase política?

–Terapia de choque: tienen que aprender a conectar más con la gente que con ellos mismos.

–¿Qué le ha hecho decir últimamente «esto es de locos»?

–La subida del IVA en la cultura.

–¿Cabe más locura en un telediario?

–No cabe más estupidez y maldad.

–Javier Gomá dice que vivir es reconciliarse con la imperfección...

–Es así. Hay que aprender a ser felices en la imperfección, a ser tolerantes con la imperfección propia y la de los demás.

–¿Ha ido alguna vez a un loquero, como dicen los americanos?

–He hecho terapia «gestalt». Es para conocerse a uno mismo.

–¿Y ha llegado a intimar con su yo?

–Estoy en ello. Yo me encuentro a mí mismo en el escenario.

–Qué bien: así se ahorra también el viaje a la India...