Barcelona

Isabel López Vilalta: «Hay muchas trampas en la nueva cocina»

Profesión: diseñadora.Nació: en 1959, en Barcelona.. Por qué está aquí: ha ofrecido una conferencia-encuentro en la ESNE, Universidad de Diseño e Innovación, junto a grandes chefs.

Isabel López Vilalta
Isabel López Vilaltalarazon

–Diseñadora del restaurante El Celler Can Roca, seleccionado como el mejor del mundo. Me imagino que conseguirá mesa cuando quiera...

–Tenía cierto enchufe antes, cuando era el segundo; ahora, nada.

–¿Su trabajo ha influido en el éxito del restaurante?

–Quizá el diseño tuvo algo que ver en la tercera estrella Michelin.

–¿Hoy se cuida más el aspecto de los restaurantes que la comida?

–Generalmente, por igual. En El Celler se cuida más la comida.

–Dicen que la imagen es lo que más importa...

–Para mí no: lo más importante en un restaurante es comer bien.

–Parece que las mujeres prefieren un lugar elegante a una buena cocina...

–Estoy de acuerdo, aunque no todas. El hombre busca el buen bocado y la mujer, un ambiente seductor, elegante. Ella se viste para cenar; él, menos.

–¿Debe de existir una relación entre el diseño y lo que sirve el restaurante?

–Sin duda. La carta es mi principal inspiración.

–¿Y si le piden «hágame uno como El Celler Can Roca»?

–Les preguntaría: ¿tienen ustedes la misma cocina? ¿Son tres hermanos? ¿Tienen las mismas ideas? No hago copias.

–¿Estamos comiendo más con la vista que con el paladar?

–No. Un plato bonito es excitante, pero si luego no gusta, es una trampa. Hay muchas trampas en la nueva cocina. Bueno, la vida es una trampa.

–Repasemos los cinco sentidos. Oído. ¿Música en los restaurantes?

–Nunca con el sonido alto, como una discoteca. Es un horror. Sólo música clásica, barroca, a bajo volumen.

–Gusto. ¿Qué es de mal gusto?

–Aparentar, pretender ser lo que no eres, vender camuflaje.

–Vista. ¿Cuadros? ¿Esculturas?

–Mejor no. Materiales nobles, proporciones y luz en armonía.

–Olfato. ¿A qué no debe oler un restaurante?

–A desinfectante, a productos de limpieza.

–Tacto. ¿Qué conviene tocar sentados a la mesa?

–Me parece muy erótico meter mano por debajo de la mesa.

–¿Cómo ha de vestir el servicio?

–De forma que no confundamos al maître con un ministro.

–Imposible: los maîtres llevan las cartas a la vista...