Proyecto
Josepmaria Quintana: de las Macrofiestas del Rosario a Sekuereme, la "red social sin postureo" para ayudar a las personas
Hablamos con el padre Josepmaria Quintana y Javier Pacheco, dos de los creadores del proyecto que conecta presencialmente a personas de todo el mundo que necesitan apoyo humano, profesional o espiritual
En un momento en el que la soledad no deseada se alza como una pandemia silenciosa y en el que millones de personas parecen sufrir sin que nadie les preste ayuda, Sekuereme se presenta como un brote de esperanza que invita a pensar que el mundo puede ser un lugar mejor. Tras este proyecto se encuentran el padre Josepmaria Quintana, la abogada Clara López de Lemus y el consultor y experto en Comunicación Javier Pacheco, que vieron en el poder de convocatoria de sus conocidas “Macrofiestas del Rosario” una oportunidad para apoyar a todo el que lo necesite. Tienen lugar todos los domingos a las 21.30 desde sus cuentas personales de Instagram: @quitanajosepmaria, @lavirgendelaalegria y @pacheco.doria.
“Desde que comenzamos a hacerlo se han ido conectando miles de personas de todo el mundo. Se crea una familia en la que todos rezamos por todos. Se crean vínculos de amistad entre la gente que se une. A raíz de esto se genera una parroquia digital, y gracias a esa confianza existente muchos empezaron a pedir y a prestar ayuda”, explica Pacheco a este diario.
Así nace Sekuereme, una aplicación que ofrece un apoyo integral a todo tipo de personas, sin importar condición de ningún tipo, sean o no católicas. “De cien personas, nos importan las cien. Se acabaron los estereotipos malentendidos por la sociedad. Jesucristo amaba a todos por igual, y nunca es tarde para encontrarlo y abrazar su mensaje”, recalca Pacheco.
La atención se centra en dos ámbitos esenciales: el humano y el espiritual: “El ser humano se compone de cuerpo y de alma. Uno tiene necesidades humanas en las que a veces necesita ser escuchado, atendido o acompañado. Al mismo tiempo, también puede tener patologías, problemas matrimoniales…, que requieren de ayuda profesional para poder afrontarlas, y también la ofrecemos. Además, humanamente hay muchas circunstancias que son difíciles de entender, y ahí entra en juego el apoyo espiritual, con el que a través del mensaje de Jesucristo uno intenta buscarle sentido a lo que está pasando en su vida”.
El objetivo es tejer una red de personas que se apoyan entre sí y que están dispuestas a ayudar a los demás, desde sacerdotes repartidos por todo el mundo hasta profesionales como médicos de distintas especialidades, psicólogos, enfermeras, abogados, profesores, coaches y terapeutas ocupacionales. Es decir, se pasa de la concienciación digital a la atención personal cuyo objetivo es: escuchar, atender y acompañar a todo aquel que lo necesite.
El apoyo humano es uno de los pilares de la aplicación. Resulta fundamental que una persona que atraviesa un problema se sienta escuchada por otra que pueda entenderla o haya pasado por una situación parecida, y así es cómo actúa Sekuereme, poniendo en contacto a las personas que se encuentran cerca y que están dispuestas a tomar juntas un café, o los que hagan falta hasta que se sientan mejor. “Hemos conocido casos de padres que se han acompañado en su duelo después de que alguno de sus hijos se fuera al cielo”, apuntan desde la plataforma. El acompañamiento es fundamental.
Pero “el mundo es muy grande”, recuerda Pacheco, y puede darse el caso de que no haya nadie cerca cuando más se le necesita. “En ese caso, te mostramos a alguien que digitalmente sí te puede ayudar y atender, y mientras recibes ese apoyo “digital” igualmente se busca a alguien que te pueda atender de forma presencial o lo más cerca de ti posible”, expone.
El papel del voluntario es importante en este sentido, pues es quien ejerce de enlace entre la aplicación y la persona que acude a ella en busca de una respuesta, para que todo el mundo pueda ser atendido con la máxima calidad y brevedad posible.
La aplicación está disponible para descargar desde hace un mes de forma totalmente gratuita, y ha experimentado un crecimiento importante desde que salió al mercado. “Fue la primera en descargas en Estilo de vida el primer día del lanzamiento”, cuenta Pacheco, y añade: “Estamos presentes ya en 80 países, o sea, casi el 50 % de países de todo el mundo. Estamos en más de 750 ciudades, y en los 6 continentes, los 5 geográficos y el 6º, que es el digital”.
En definitiva, “una red social” sin postureos en la que, insisten el padre Josepmaria y Pacheco, “no existen usuarios, sino personas”.