Miami

La antigua mansión de Versace en Miami se enfrenta a un destino incierto

La mansión Casa Casuarina en South Beach afronta un destino incierto después de que su actual propietario se declarase recientemente en bancarrota

La mansión Casa Casuarina en South Beach (Miami), conocida por haber sido el exuberante palacete donde vivió y fue asesinado en 1997 el diseñador italiano Gianni Versace, afronta un destino incierto después de que su actual propietario se declarase recientemente en bancarrota.

Peter Loftin, quien actualmente posee la mansión en cuyas escalinatas fue asesinado Versace, la compró en el año 2000 por 19 millones de dólares y la convirtió en un hotel de lujo, pero preservando el aire caprichoso y barroco del complejo, hoy reclamo permanente de turistas y curiosos.

La pregunta del millón es si esta bancarrota podría suponer el hundimiento de un clásico ya en decadencia: la villa de Versace, en pleno Ocean Drive, en primera línea de playa, parada obligada de todo el que quiere conocer los lugares más emblemáticos de South Beach.

Y es que ahora la propiedad podría quedar temporalmente en manos de un síndico designado por un tribunal de bancarrota. Loftin, principal accionista de la compañía Casa Casuarina, presentó el lunes pasado su petición de quiebra comercial para acogerse al capítulo 11 y reorganizar la deuda.

Por si fuera poco, al actual proceso de bancarrota de la compañía se suman varias demandas interpuestas en los últimos tres años contra la propiedad, que está a la venta por 75 millones de dólares, especialmente la interpuesta por la empresa de la familia Nakash (VM South Beach).

El demandante presentó una moción de emergencia para que la propiedad quedase temporalmente en manos de un síndico, con el argumento de que la mansión se halla protegida por un seguro muy bajo, de sólo seis millones de dólares.

La lujosa villa, que tiene mucho de oda a la excentricidad, dispone de unos 6.100 metros cuadrados y cuenta con 10 habitaciones, 11 baños, una espectacular piscina de mosaicos con incrustaciones en oro y está decorada a base de pisos de madera, esculturas y frescos mitológicos.

Preside el jardín una estatura de la voluptuosa diosa Afrodita, toda una declaración de principios hedonistas que siempre cultivó Gianni Versace, antes de morir tiroteado en la entrada.

Según los documentos de la demanda de VM South Beach a los que tuvo acceso Efe, VM South Beach, que le demandó en 2012, se había opuesto a que este caso pasase a un tribunal de bancarrota, porque un tribunal de este tipo "no tenía jurisdicción".

Alega la compañía demandante que, además, la conducta de Loftin "alcanza el nivel de fraude, deshonestidad, incompetencia o mala administración". El valor de la propiedad "se ha inflado extremadamente"por Loftin en sus recientes intentos de venderla, alega VM South Beach, compañía de los Nakash.

En 2012, la empresa de bienes raíces ColdwellBanker Residential Real Estate puso a la venta la propiedad por 125 millones de dólares, para luego bajar a 100 millones y finalmente al precio actual de 75 millones de dólares.

Pero Loftin asegura que la compañía VM South Beach calcula a la baja el valor de la propiedad.

Versace compró en 1992 lo que era un viejo edificio de apartamentos de estilo español y lo transformó en un lujoso palacete de estilo Imperio Romano, rodeado de exuberantes jardines, esculturas de bronce y sus famosas cabezas de Medusa -su sello más personal-, empotradas en la verja de los muros que la rodean.

El diseñador italiano fue asesinado de dos balazos en la cabeza el 15 de julio de 1997 en los escalones de la entrada de la mansión tras desayunar en un cercano restaurante donde compraba todas las mañanas "Il Corriere della Sera"y revistas francesas.

El asesino, Andrew Cunanan, un hombre que se prostituía con clientes homosexuales ricos y que fue acusado de otros dos asesinatos, se suicidó nueve días después en una casa flotante anclada a unos dos kilómetros al sur de la mansión de Versace, tras una intensa búsqueda por parte de las autoridades estadounidenses.