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La luna de miel de María Pombo es más lujosa que la de Carlota Casiraghi

El increíble despilfarro de la influencer choca con la sencillez de la hija de la princesa de Mónaco

Maria Pombo (i) y Carlota Casiraghi (d)
Maria Pombo (i) y Carlota Casiraghi (d)larazon

El increíble despilfarro de la influencer choca con la sencillez de la hija de la princesa de Mónaco

Todas las veces en las que María Pombo escribió en Instagram que estaba “en el Paraíso”, eran mentira. Pero en esta ocasión, tal y como escribió hace unos días en su perfil, “es verdad”. La increíble, glamurosa y carísima luna de miel de María Pombo y Pablo Castellano choca con la naturalidad y sencillez de las vacaciones de la hija de Carolina de Mónaco, Carlota Casiraghi.

Aunque la imagen convencional de una luna de miel es la de un viaje romántico solo para dos, la nieta de Grace Kelly disfruta de su primer mes de casada junto a Dimitri Rassam, la hija de este (fruto de un matrimonio anterior), su hijo Raphaël y el bebé de ambos, Balthazar. Relajada, con un “look” muy casual y “comfty”, la melena suelta y sin maquillaje, Carlota se mostró encantada de tenerlos a todos a bordo del “Pachá”, el precioso barco de la familia monaguesca.

El matrimonio llegó hasta el puerto de Nápoles en coche y, tras organizar su propio equipaje, subieron a la embarcación junto a los tres pequeños. Carlota no perdió de vista a Raphael y Darya, mientras que Dimitri llevó en brazos a Baltazhar. Ya en el “Pachá”, ella se dio de comer a los niños y organizó el almuerzo mientras él usaba su teléfono móvil.

Por el contrario, la influencer y el empresario llevan casi veinte días recorriendo mundo. La influencer María Pombo se encuentra celebrando sus nupcias en Bora Bora, en la Polinesia Francesa, donde se aloja en el hotel Four Seasons, un lujoso complejo de bungalows a 2.000 euros la noche.

Anteriormente visitaron la Isla de Pascua y el desierto de Atacama, en Chile, donde comenzaron su viaje. En todos los paraísos posaron y posaron (y publicaron y publicaron decenas de imágenes), en contraste con la naturalidad de la nieta Carlota. La apariencia es más importante para la influencer que para la hija más rebelde de Carolina de Mónaco.