Moda

Autoridad y «glamour»

MERCEDES ALAYA / Magistrada titular del Juzgado de Instrucción nº 6 de Sevilla

Equilibra a la perfección los «looks» más «judiciales», de traje de chaqueta cruzada en riguroso azul marino, con otros más relajados, como un sencillo jersey en punto plateado con jeans de efecto «jacquard» animal.
Equilibra a la perfección los «looks» más «judiciales», de traje de chaqueta cruzada en riguroso azul marino, con otros más relajados, como un sencillo jersey en punto plateado con jeans de efecto «jacquard» animal.larazon

Estamos ante una mujer con una imagen poderosamente elegante y con una belleza sobria y distante, lo cual resulta en algunos casos altamente atractivo. Tiene un paso firme, mirada directa y una delgada silueta que acompaña a su buen gusto y a su estilo propio. Todo ello hace que el aspecto de la jueza Alaya consiga un papel protagonista y marcadamente diferenciador, no sólo en su trabajo –allí no es difícil resaltar debido a la profunda monotonía estilística de sus compañeros– sino en foros y entornos de moda.

l El poder de la imagen

Además de una figura envidiable, parece que trata su imagen con la misma firmeza con la que toma importantes decisiones y resoluciones en su trabajo. Es profesional incluso en su forma de presentarse públicamente.

l Por dentro y por fuera

Si sus seguidores de Facebook señalan como rasgo destacable de su personalidad, la ética, yo diría que en su estilo exterior lo son, a partes iguales, la autoridad y el glamour, dos cualidades que nunca suelen ir unidas porque raras son las veces en que funcionan.

l Su estilo

Siempre arreglada. Muy aficionada a los vestidos y a los trajes de chaqueta, pero con faldas por la rodilla; en pocas ocasiones los acompaña de pantalón; el uso de éste lo reserva a vaqueros que equilibra con prendas más sofisticadas. La elección de bolsos, zapatos y maquillaje suave también es muy acertada.

l Mi consejo

Las escasas ocasiones en que ha utilizado estampados le han favorecido bastante, ya que le imprimen una imagen algo más suave, alegre y accesible, cosa que en pequeñas dosis no le va nada mal a su gesto tan solemne y estricto.