Italia

El trágico aniversario de Raquel

Raquel Sánchez Silva, a la dcha. acompañada por una familiar
Raquel Sánchez Silva, a la dcha. acompañada por una familiarlarazon

«Hay cosas que no se pueden explicar porque no tienen explicación... Habrá que acostumbrarse a la ausencia de Mario, sobre todo Raquel que, ¿qué te voy a decir? Está destrozada y no entiende nada», dice a LA RAZÓN una persona del entorno profesional de la presentadora extremeña. Tras pasar la noche en el Room Mate Óscar –por razones obvias no quiso dormir en el hogar que compartía con su esposo–, a primera hora de la mañana acudió, junto a su madre, su hermana, y la progenitora de Biondo, al Instituto Anatómico Forense, donde le comunicaron oficialmente las causas del fallecimiento de su marido, quien quiso poner punto y final a su vida de forma voluntaria.

El porqué de su decisión sólo lo sabe él. De ahí la estupefacción que cunde en su entorno. En las últimas semanas, Mario Biondo no había hecho público ningún indicio que sugierese un desenlace tan abrupto.

Responsable y discreto

Un compañero de «MasterC.hef», donde el italiano trabajaba en la actualidad como cámara en los rodajes de exteriores del programa, afirmó ayer a LA RAZÓN, que Biondo «era una persona muy responsable, profesional y discreta. En el trato personal era agradable, aunque también introvertido». Otro joven, que también compartía jornadas de trabajo con él, quiso subrayar que «tenía muy buen carácter y un gran sentido del humor. No hablaba mucho sobre su vida privada, pero cuando lo hacía, y sobre todo si se refería a Raquel, no podía ser más entusiasta, decía maravillas. Nada apuntaba a que pudiese tener una etapa depresiva y, si fuese así, que lo dudo, lo disimulaba muy bien».

En su página personal de Twitter –que ayer seguía activa– su último tuit era del 28 de mayo, destacando la audiencia del día anterior de «Masterchef». Aunque no era un tuitero muy activo, se puede rastrear su actividad, al menos la que quería hacer pública, de las últimas semanas. Quince días antes colgó un enlace sobre el posible regreso de Raquel con el programa «Supervivientes» y se hizo eco de su visita al plató de «Aída», el pasado 14 de marzo, donde su esposa iba a hacer un cameo para uno de los capítulos. Biondo colgó fotografías con los actores Canco Rodríguez y Mariano Peña. Según los que estuvieron presentes ese día de rodaje: «Mario era un cachondo, disfrutó como un niño y todos percibimos que su relación con Raquel Sánchez Silva era muy especial. Se les veía muy cómplices y siempre pendientes el uno del otro».

Ayer, el entorno de la pareja «blindó» a la viuda ante un escenario mediático que, además de inesperado, evidentemente no era el más deseado para ella. Eso sí, nadie, al menos en público cuestionó que «eran un matrimonio modélico». El único que se extendió en sus declaraciones fue el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, que al acudir a darle el pésame por la mañana en el hotel afirmó: «Raquel está completamente destrozada porque la cosa ha sido tan rápida... No se puede decir nada, no hay nada que nos sorprenda más que la muerte a esa edad».

En el tanatorio, la presentadora –visiblemente desmejorada, sin apenas poder sostenerse y con un lenguaje corporal que mostraba lo devastada que estaba anímicamente– recibió a numerosos compañeros de profesión como Jorge Javier Vázquez –«lo siento, no puedo hablar», explicó–, Belén Esteban, Samantha Villar, Mila Ximénez, Luján Argüelles, la cantante Bebe –íntima amiga de Raquel– Christian Gálvez, Eva González y Samantha Vallejo Najera, que estaban trabajando con Biondo en «Masterchef», Máxim Huerta y Tania Llasera, entre otros.

Quizá el momento más desgarrador se vivió cuando, a las dos de la tarde, llegó la madre de Biondo al Instituto Anatómico Forense. En italiano –el cámara había nacido en este país– exclamó: «¡Mi hijo!, no es posible». Seguramente, su progenitora con esta frase resumió el sentimiento general de incredulidad. La familia del fallecido todavía no ha decidido si será incinerado en España o si lo trasladarán a Italia.