Las secuelas de María

María de Villota falleció a los 33 años «de muerte natural», según la conclusión del médico forense, en la habitación de un hotel sevillano. Después del terrible accidente que sufrió en julio del año pasado en Gran Bretaña, perdió, además del ojo derecho, parte de masa cerebral. A la espera del informe definitivo del forense, el deceso se habría producido por una posible parada cardiorrespiratoria, según la autopsia macroscópica que le practicaron en el Instituto de Medicina Legal de Sevilla ayer por la mañana y cuyos resultados se conocen. Es preciso tener presente que esta primera autopsia únicamente indica que no ha habido ningún síntoma extraño a nivel cerebral, intestinal o cardíaco que pudiera acelerar el proceso, descartando así cualquier tipo de infarto o ingesta de sustancias alcohólicas. En principio, habrá que aguardar a practicarle una autopsia microscópica, en la que se recojan muestras de cabello, sangre u otros órganos que determinen con exactitud cuáles fueron las causas que propiciaron su fallecimiento, o revelen si habría consumido algún tipo de sustancia o medicamento que favorecieran la muerte. Por tanto, tendremos que esperar días o incluso meses para precisar los motivos que han producido esta terrible pérdida para el mundo del deporte.