Lifestyle

Santiago Segura sí rinde cuentas

LA RAZÓN consigue el documento que demuestra que la productora de Torrente pagó a Mario Gamero, dueño del club donde se rodó parte del filme

Santiago Segura, caracterizado como el detective José Luis Torrente, junto a Mario Gamero
Santiago Segura, caracterizado como el detective José Luis Torrente, junto a Mario Gamerolarazon

Quién le iba a decir a Santiago Segura que tres días de rodaje le iban a ocasionar tantos problemas. Su paso por el alicantino club de alterne D'Angelo, donde se grabaron varias escenas de «Torrente 4», le ha costado esta semana ser de nuevo el protagonista involuntario de titulares sensacionalistas en los que se afirmaba que la productora del actor y director había sido embargada por 6.000 euros en concepto de indemnización por incumplimiento de contrato al no citar el nombre del establecimiento en la cinta. Ahora, LA RAZÓN ha tenido acceso al documento que acredita que la productora Amiguetes Enterprises sí que ingresó la cantidad solicitada el 10 de diciembre de este año, a pesar de que el dueño del local siga en su empeño de desprestigiarles. «Como representante de la empresa Amiguetes Enterprises y, por tanto, la persona que asistió al juicio y quien firmó el contrato con D'Angelo, puedo confirmar que el 14 de septiembre hubo sentencia firme de que teníamos que pagar (respetamos lo que dictaminó la jueza aunque no compartimos el fallo). El 29 de noviembre nos llegó el despacho de ejecución del Juzgado y dentro del periodo de 10 días hábiles para pagar, lo hicimos. En tiempo y forma», explica a este diario María Luisa Gutiérrez.

El origen de este problema se remonta a la negociación que mantuvieron en 2010 Mario Gamero, propietario del club, y la responsable de la productora. Al parecer, a pesar de que en un principio se acordó el pago por días de rodaje, más tarde ambas partes renegociaron las condiciones y se sustituyó la cuantía económica por publicidad del local a lo largo del filme. «A mí me venía mucho mejor salir en la película que me pagaran, no quería el dinero», explica el responsable del local. Dicho y hecho. Pero tras el estreno de la cuarta parte de la saga del detective corrupto comenzó un enredo judicial entre ambas partes que quedó saldado a principios de diciembre con los 6.000 euros de indemnización . «Por supuesto que el abogado de la parte contraria, así como su cliente, conocían desde el 11 de diciembre que ya se había efectuado el pago, algo que también es demostrable con la documentación que está en el juzgado. Por lo que sabiendo todo esto, y sin que haya tenido que mediar ningún embargo, este señor está difundiendo una mentira con la única finalidad de conseguir un hueco en los medios de comunicación», explica Gutiérrez.

Falsa acusación

Mientras, al otro lado del teléfono, Gamero continúa en sus trece haciendo caso omiso de la notificación del pago: «Él no es tan simpático como aparenta, tiene doble cara. Yo no puedo decir que sea mejor que él, pero en Segura no es oro todo lo que reluce y sabe utilizar muy bien sus amistades para ahorrarse costes. Aun así, no le guardo rencor», afirma. Además, confirma a este diario que ha vuelto a demandar al actor por acusarle de «proxeneta» en su cuenta de Twitter en relación a un mensaje que Segura retuiteó de otro usuario (y que por lo tanto, él no escribió). Vamos, una «crisis letal» en toda regla. Y mientras que el propietario del D'Angelo ya ha recibido la indemnización, su local continúa recibiendo publicidad de manera gratuita. Sí que ha salido rentable trabajar con Santiago Segura.