Martín Casillas Carbonero ya está en casa

Se resisten a desvelar cómo es el rostro del pequeño Martín, aunque sólo hace falta observar los de sus orgullosos padres para entender que, se parezca a quien se parezca el recién nacido, lo que está claro es que ha conseguido llenar de felicidad la vida de Iker Casillas y Sara Carbonero. La pareja –perfectamente conjuntada con vaqueros y chaqueta azul marino– ha posado para los medios a su salida de la clínica Ruber Internacional después de que la periodista de Mediaset recibiera ayer el alta hospitalaria seis días más tarde de que diera a luz a su primogénito. Tal y como adelantaba en su web hace unos días la revista «¡Hola!», la intervención de Carbonero no había sido programada, como se especuló en un principio, y fueron las circunstancias del parto las que obligaron a practicarle una cesárea.

Antes de subirse al vehículo que les llevaría a casa, tanto el portero del Real Madrid como la presentadora, que llevaba al pequeño en brazos y presentaba un aspecto radiante, repartieron sonrisas ante la nube de objetivos que los fotografiaban y agradecieron a la Prensa allí congregada las felicitaciones que les daban por su recién estrenada paternidad. Eso sí, desde una distancia muy prudencial alejados de los flashes –el recién nacido iba cubierto por una manta beige, protegido del frío– pero cerca de su coche. Así, uno de los bebés más esperados de 2014 ya se encuentra en casa. Hace tan sólo dos días pudimos ver la foto que el capitán del Real Madrid compartió con sus seguidores en su página web, Iker Casillas World, y en la que se le veía emocionado con su hijo en brazos. La instantánea incluyó unas emotivas palabras: «Quién me iba a decir a mis 32 años de vida que el mejor regalo posible que me harían Sus Majestades Los Reyes Magos sería ahora y no cuando tenía la edad de la inocencia... ¡Bienvenido a mi mundo, Martín!». Una emoción que transmitió a todo el mundo, ya que, además de los medios que estos días hacían guardia desde el viernes a la entrada de la clínica, por la Ruber pasaron familiares y amigos de la pareja para arroparles y conocer al nuevo miembro del clan. «Creo que a cualquiera de los dos que se parezca... tiene que ser extraordinario. Quiero decir, extraordinariamente guapo», comentaba a «¡Hola!» durante su visita Narciso, el abuelo de Sara Carbonero, cuando se le preguntaba por el aspecto de su bisnieto. Los tíos de la periodista, su hermana Irene y el novio de ésta también visitaron al recién nacido, al igual que los padres de Iker y su hermano Unai, y el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, que portó un regalo del club.

Vuelta al trabajo

Este último le habrá recordado al madridista que, a pesar de no haber jugado el amistoso en Doha el 2 de enero contra el Paris Saint Germain –pidió el oportuno permiso para no viajar ante su inminente paternidad–, será titular en el partido de hoy de la Copa del Rey contra el Osasuna a las 21:30. Quizá podría ser la ocasión en la que Casillas aprovechará para tener un momento muy dulce. Ya que el guardameta no tiene las mismas opciones que sus compañeros de marcar un tanto durante el encuentro, quizá uno de sus compañeros sea el encargado de marcar el gol y se lo dedique con algún gesto de manos tipo Bebeto, simulando acunar a su nuevo retoño. Independientemente de lo que ocurra hoy en el terreno de juego, ayer no faltó al entrenamiento, pero nada más terminar, sobre las 13:30, volvió rápidamente a la clínica para acompañar a Sara y a su hijo hasta casa. Incluso tuvo una gran demostración de paciencia y buen talante cuando nada más llegar al hospital para recoger a su familia se detuvo unos minutos para hacerse una foto con un teléfono móvil a petición de un fan de mediana edad que salía en ese momento por la puerta del hospital. Por su parte, la periodista –que puso su confianza en la misma especialista que Penélope Cruz para su embarazo, la ginecóloga Elena Carrillo de Albornoz– aún tiene tiempo para descansar y cuidar de Martín antes de regresar a su trabajo en la sección de Deportes de los informativos de Telecinco.