Regalo de cumpleaños
El nuevo título del príncipe Eduardo y Sophie de Wessex
El Rey Carlos III ha querido hacer a su hermano Eduardo un regalo muy especial. Por su 59 cumpleaños, el monarca británico le ha concedido a él y su mujer, Sophie de Wessex, el ducado de Edimburgo.
La reina Isabel II nombró en 1999 a su hijo, el príncipe Eduardo y a su esposa Sophie, el día de su boda, condes de Wessex. Pero al morir, la soberana dejó su intención de que tanto el príncipe como su esposa continuaran formando parte de la familia real cuando ella falleciera. Y así ha sido a pesar de que parecía que Carlos III no estaba por la labor de cumplir los deseos de su madre.
Hoy, día del 59 cumpleaños de Eduardo de Inglaterra ha recibido de su hermano Carlos III el título de duque de Edimburgo, y en consecuencia, su esposa Sophie, el de duquesa de Edimburgo. Parecía que iba a ser un título que heredaría la princesa Charlotte, hija de los príncipes de Gales. Para ella, en cambio ahora está reservado el de princesa real, título que ahora lleva la princesa Ana, y que adoptará cuando su padre acceda al trono.
De esta manera, el título de conde de Wessex pasa ahora a James, hijo de Eduardo y Sophie, que antes era vizconde de Severn (que queda vacante hasta que james tenga un hijo). Por su parte, su hermana, Lady Louise Windsor Mounbatten, mantiene el mismo título que llevaba hasta ahora, por ser mujer.
El ducado de Edimburgo se creó por última vez para el príncipe Felipe en 1947 con motivo de su matrimonio con la entonces princesa Isabel, que era duquesa de Edimburgo antes de acceder al trono en 1952, tras el fallecimiento de su padre, el rey Jorge VI.
Eduardo y Sophie "están orgullosos de continuar con el legado del principe Felipe, promoviendo oportunidades para que los jóvenes de todos los orígenes alcancer su máxima potencia", según reza el comunicado emitido hoy por Buckingham.
Este nuevo nombramiento se produce un día después del reconocimiento oficial de los hijos de Harry de Inglaterra y de Meghan Mark, como príncipes. Según las las Leyes de la Corona, de 1917, todos los hijos y nietos de reyes deben llevar ese título, a no ser que los padres renuncien a ello, como ocurrió con la princesa Ana que quiso que sus hijos Peter y Zara fueran ciudadanos normales. os hijos de Zara.
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