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Fundación ARCO

Pepe Leal: "El arte te pone de buen humor, como si fuera un retiro espiritual"

Diseñará el espacio que tendrá Ruinart, el «champán del mundo del arte», en esta edición de la feria ARCO que se inaugura oficialmente mañana en el recinto de Ifema.

Pepe Leal: "El arte te pone de buen humor, como si fuera un retiro espiritual"
Pepe Leal: "El arte te pone de buen humor, como si fuera un retiro espiritual"larazon

Diseñará el espacio que tendrá Ruinart, el «champán del mundo del arte», en esta edición de la feria ARCO que se inaugura oficialmente mañana en el recinto de Ifema.

Dicen que la belleza está en el interior, en las entrañas, desde donde Pepe Leal diseñará el espacio lounge que la conocida marca de champán Ruinart tendrá en la feria de arte contemporáneo ARCO. Se trata de uno de los interioristas más reconocidos en el panorama nacional. Del buen gusto en forma de hombre, de un jugón con el sentido del humor y los colores, de un diseñador que no se fía de la gente que no sonríe. Con los ojos abiertos, él siempre va en la búsqueda de conexiones entre lo espiritual y lo terrenal.

–El proyecto surge a partir de la pasión y el amor por el mundo del arte que usted comparte con Ruinart. Pero, ¿qué es el arte?

–La conexión entre lo espiritual y lo terrenal. Algo básico, como la música.

-Pues en España su situación no es demasiado halagüeña...

–Cada vez se da menos importancia a lo espiritual y más a los números y a las cifras económicas. Tenemos relegado todo lo relacionado con la estética. El arte está estancado, no avanzamos. Sería fundamental dedicarle más tiempo.

–¿Es caro?

–Para nada. Hay artistas que se adaptan a todos los bolsillos. Otra cosa es el circuito de arte contemporáneo de las grades galerías, pero las ofertas varían desde las obras de 30 euros hasta las de 3 millones.

–¿Y rentable?

–Más que rentable, es necesario, como colgar en una pared alguna obra que nos emocione y forme parte de nosotros. Tener algo artístico en nuestro entorno nos ayuda a cultivar nuestra parte más espiritual. Y eso es muy necesario.

–¿Cuáles son sus señas de identidad?

–Soy un interiorista que juega con el sentido del humor, con los colores y con la mezcla. Y bastante permeable, me adapto mucho a mis clientes.

–¿En el diseño hay humor?

–Debe haberlo. En mis proyectos siempre intento introducirlo sacando piezas de contexto o haciendo guiños. Me parece de vital importancia extraer una sonrisa a quienes visitan mis obras. Yendo con una sonrisa por delante la contagias al otro. En la vida es fundamental reír. Te hace sentir mejor y se está hasta más guapo, como si fuera un tratamiento de belleza.

–¿Y no cree que estamos faltos de sonrisas?

–Totalmente. Sonreír nunca está de más, aunque conozco a gente que jamás sonríe. Hay quienes cuelgan cientos de fotos en Instagram y no salen riéndose en ninguna, lo que me preocupa. Nunca me fiaría de alguien que no sonría.

–Eso es para hacerse los interesantes.

–Pero no lo son.

–¿Qué es decorar?

–Buscar una solución racional, funcional y estética a un hábitat en el que se vive o se está. Se puede decorar un restaurante, una capilla, una casa... Es jugar con la función y la forma e intentar encontrar el perfecto equilibrio entre ambas.

–¿Cuál es la mejor manera de hacerlo?

–La de ser uno mismo. La decoración ha de reflejar quién se es de verdad. Lo que más interesa es la autenticidad. A mí me fascina la gente que siempre se muestra como es y que no pretende ser otra cosa.

–También hay a quien le gusta decorarse...

–Claro, e interiores que olvidan la funcionalidad... Existen muchos proyectos con el acento muy subido en la decoración pero que no cumplen su función, como las prendas de vestir maravillosas que impiden caminar o sentarse.

–¿Y cómo decorar en ARCO?

–En realidad, no decoramos, sino que hacemos un espacio intentando conectar el arte con esta marca de champán. ARCO es la cita obligada en la que concurren todas las corrientes del panorama artístico actual contemporáneo. Resulta interesante hasta para quienes no vayan a comprar. Porque ir a ver arte te hace estar de buen humor, como si fuera un retiro espiritual.

–¿Usted qué busca al decorar?

–Que mis clientes queden encantados y me paguen bien (risas). Busco disimular todos los defectos de un espacio y potenciar lo bueno para que quede balanceado, agradable y bonito.

–¿Cómo es el interior de un interiorista?

–Tan variado como estiloso.

–¿La belleza está en el interior?

–Sí, aunque también hay en el exterior. Depende de la belleza.

–¿Qué es lo bello?

–Algo que está fundido con la naturaleza y que responde a unas leyes casi universales de armonía y proporción.

–¿Un término objetivo o subjetivo?

–Objetivo.

–¿Para qué sirve?

–Para hacernos mejores personas y ayudarnos a ser más felices.

–¿Tiene usted buen gusto?

–Sí. Se nace con una predisposición, aunque es algo que se cultiva. Hay que ver mucho y aprender y comparar... Yo siempre voy con los ojos abiertos.

–¿A usted qué le gustaría diseñar?

–Una iglesia. No soy practicante, pero ahí es donde uno va a encontrarse con uno mismo.