Opinión

La crónica de Amilibia: ¡Temblad Sandra, Susanna, Sonsoles, Jorge Javier...!

Isabel Rodríguez
Isabel RodríguezGonzalo Pérez MataLa Razón

Isabel Rodríguez, la portavoz, anhela que los informativos de la tele «tengan un espacio reservado para la información de servicio público como el que se destina a la previsiones meteorológicas». Lamenta que «lo que los telediarios transmiten a la ciudadanía no tiene nada que ver con lo que se ha aprobado en el Consejo de Ministros, sino con el tema que esté de actualidad ese día». Ay, con la cantidad de cosas estupendas que aprueba el Consejo, como subvencionar los estudios de Montero sobre si la mujer prefiere el «Satisfyer» al marido, para que luego vengan los jodidos periodistas a preguntar por la huelga del transporte o el «Black Friday» de la secesión, qué cosas. Ella sería ideal para contarlas con su melenita corta a lo garçon (no a lo Garzón), su naricita respingona (Pinocha es Ayuso, gritan) y su piquito de Cicerón.

El PP ha interpretado que Isabel desea resucitar el No-Do. Gran error: en su inconsciente subyace la intención de convertirse en presentadora. Es mona, graciosilla, fresca y lozana, ¿por qué no? Isabel quiere programa propio como una participante de «La Voz» sueña con ir a Eurovisión. De tanto comparecer cada martes ante las cámaras, ya no puede vivir sin el calor de los focos. Tiembla, Sandra Golpe: aspira a tu telediario, que sería «Aló Presidente». Tiembla, Susanna Griso: quiere tu mañana para hacer «El Espejito Público de la Moncloa». Tiembla, Sonsoles Ónega, que llega «Y ahora, Isabel, la Voz de la Portavoz». Hasta puede tantear a Jorge Javier, que anda huérfano de Vasile, a ver si puede convertir «Sálvame Naranja» y «Sálvame Limón» en el «Tutti frutti Ministerial». Si contara los cotilleos de los pasillos monclovitas, tendría más audiencia que «Secretos de familia».