Los 72 años de una desaparecida y enamorada Carmen Martínez-Bordiú

Carmen Martínez-Bordiú cumple este domingo setenta y dos años y lo hace viviendo su peculiar historia de amor fuera de España y sin intenciones por el momento de volver. Nada se sabe de la vida de la ‘nietísima’ y sus amistades más cercanas, como la que tenía con Isabel Presyler, se ha enfriado hasta el punto de no saber nada la una de la otra.

Fue el pasado mes de octubre cuando Carmen dejaba de ser Duquesa de Franco debido a la Ley de Memoria Histórica que se aprobó en nuestro país y que suprimía treinta y tres títulos nobiliarios. Un título que fue concedido a su madre por el Rey Juan Carlos en 1998 cuando Carmen Polo, viuda de Franco, fallecía.

Desde hace más de dos años, la protagonista de esta noticia vive en la más absoluta tranquilidad con su novio Timothy McKeague. Reside en Portugal, más concretamente en Sintra, sin querer saber nada de su pasado.

Martínez-Bordiú sufría a finales del 2017 el golpe más doloroso de su vida: el fallecimiento de su madre, Carmen Franco y Polo. Desde entonces desaparecía de la vida pública y su rastro se fue perdiendo poco a poco. Las últimas declaraciones que Carmen concedió tuvieron lugar en 2021 para la revista ‘¡HOLA!’, donde aseguraba lo siguiente: “He querido desaparecer totalmente de los medios y vivir esta etapa de mi vida como quiero... Y quiero que todo el mundo se olvide de mí”. Ese mismo año, el 7 de diciembre, el padre de su hija, Jean Marie Rossi, fallecía. Otro golpe duro para ella.

Carmen apareció en España el 20 de septiembre de 2022 en el Palacio de Liria para asistir a la fiesta de cumpleaños de Ira Von Fürstenberg, pero nada supimos de ella después. Eso sí, sabemos que allí pudo reencontrarse con altas personalidades de este país, entre ellas, su amiguísima Isabel.

A finales del año pasado, su hermano Jaime Martínez-Bordiú era el único de la familia en acudir a la misa en recuerdo de su abuelo, Francisco Franco y allí confesaba que su hermana continuaba en su retiro en Portugal: “Está en Portugal, no suele venir”. Con estas palabras, dejaba claro que ‘ni está ni se la espera’.