
Emprendimiento
Amancio Ortega, el porqué de su filantropía empresarial
A sus 89 años, el empresario afianza su valor como emprendedor y como filántropo que transforma el tejido social

En las instalaciones de Inditex en Arteixo se trabaja mucho y se celebra lo justo. Es la idea que aplicó Amancio Ortega, el fundador, y que heredó su hija Marta, su sucesora y presidenta, y han ido aprendiendo sus empleados como lección vital. Con su marca insignia y su modelo de inversión inmobiliaria mundial a través de Pontegadea, su imperio podría ser Goliat, tomando el relato bíblico. Sin embargo, ha optado por la actitud modesta del pastor David.
Ayudar a los demás
A sus 89 años, sigue afianzando su valor como empresario visionario, decisivo y centrado en el ciudadano, tal y como viene haciendo desde 1975, cuando abrió su primer Zara, en la calle Juan Flórez de La Coruña. Ejemplo de ello es la primera Unidad de Protonterapia contra el cáncer de la sanidad pública madrileña con uno de los dos dispositivos donados por él a través de la fundación que lleva su nombre. Esta tecnología de vanguardia permite el tratamiento más avanzado contra tumores de difícil acceso o próximos a órganos de riesgo. Además de esta primera en el Hospital de Fuenlabrada , habrá otra Unidad en la futura Ciudad de la Salud de Madrid.
Con este tipo de programas de gran alcance, Ortega ha sido y es una pieza esencial en la transformación de España. Si alguien puede exportar imagen de estabilidad, solidez y confianza económica en este contexto de incertidumbre que vive el país, ese es él. Su impacto toma cuerpo a través de la Fundación Amancio Ortega, creada en 2001. Entre sus logros, hay que destacar la modernización de hospitales, su rápida respuesta a emergencias, la ayuda en catástrofes, las becas internacionales para estudiantes españoles, los proyectos enfocados a prevenir el abandono escolar, la financiación de residencias para mayores o la colaboración con Cáritas y otras entidades con la que ha conseguido mejorar la situación habitacional de más de 52.000 personas.

Su modelo de filantropía está inspirado en la mentalidad empresarial de Inditex y sus iniciativas suelen realizarse en coordinación con las administraciones públicas u otras entidades, como es el caso de la Unidad de Protonterapia u otros equipos de última generación, como los mamógrafos digitales, con los que está permitiendo tratamientos más precisos y menos invasivos.
En la familia Inditex se celebra lo justo, pero nos consta que allí donde llega su filantropía nadie escatima en halagos hacia este hombre. No es caridad, sino fruto de un enfoque a largo plazo y de una humildad que le vino en su ADN y de la que no se ha desprendido. Sus objetivos vitales y su carácter se moldearon a partir de la precariedad infantil y una ética de trabajo aprendida en familia.
Frente a magnates como el multimillonario Elon Musk, que no deja de hacer méritos para ser el multimillonario más excéntrico, uno de los mayores aciertos de Amancio Ortega es su reserva. Forma parte de su pragmatismo. Su legado como empresario está ya en manos de su hija Marta, depositaria de ese efecto Cenicienta que le ha inculcado desde la humildad y la sabia prudencia.
Sandra Ortega, 300 millones con su holding
Sandra Ortega, la hija que tuvo el fundador de Inditex con Rosalía Mera, es la mujer más rica de España y con mayor patrimonio. Una de las más poderosas y todo un ejemplo de liderazgo femenino y filantropía desde la Fundación Paideia Galiza. Su nombre es hoy noticia por ganar un récord de 300 millones a través de su holding Rosp Corunna, un 72% más que el año anterior.
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