Opinión

El diario de Amilibia: Puente y su hermosa lavandería

El ministro mostró su lado más blanqueador y dijo mirando a Page y Lambán: «En el PSOE lavamos los trapos sucios en público»

El ministro de Transportes, Óscar Puente
El ministro de Transportes, Óscar PuenteEp

A Feijóo le gustan las cumbres. No ha terminado con una y ya está con otra, cual apasionado montañero. Leo: «El PP prepara ya otra cumbre para apuntalar su frente común con la financiación singular de Cataluña. Acuerdan celebrar otro acto igual este mismo año». Está eufórico, y ahora, por consejo de su tía la monja, va a buscar la reconversión del PNV y Junts para alejarlos de la influencia satánica del Apolo de la Moncloa y conducirlos por el camino de la virtud. Quiere lavar sus almas indepes con el suave detergente del nacionalismo cordial, inspirado en el «catalanismo cordial», siempre presente en sus oraciones. Hablando de lavar, en la reciente cumbre sociata, Óscar Puente mostró su lado más blanqueador y dijo mirando a Page y Lambán: «En el PSOE lavamos los trapos sucios en público».

Se veía venir: después de tanto fango, llega el momento «Moncloa lava más blanco». Si Puente se pareciera a Rufián y amara los momentos épicos, en aquel instante se habría despojado de sus gayumbos para arrojarlos a la lavadora que el PSOE siempre tiene a mano y de la que él ha tomado posesión. Ya ha purgado a cuatro altos cargos, incluido al presidente de Adif, para lavar la imagen de su ministerio. Y se espera que el centrifugado continúe. El mejor funcionamiento de los trenes lo deja para más adelante, que ahora tiene pendiente un torneo de golf en Málaga. En fin, que Puente ya ha instalado su hermosa lavandería en el momento más oportuno: sabe que en tiempo de purgas brotan las epidemias de colitis.

Tan animado está en su afán limpiador, que se ha ofrecido al Amado Líder para purificar la imagen de la Bego, pero el presi ha sido contundente: Nuestra Señora de Begoña está siempre inmaculada, gilipollas.