Opinión
El diario de Amilibia: Somos una superpotencia secreta
Si somos espiados, si tenemos secretos y si estos secretos interesan a los EE UU, es que somos una superpotencia de mucho fuste
No estoy seguro, porque, como ya dijo el maestro John Le Carre, en el mundo del espionaje y los secretos nunca se puede estar seguro de casi nada, pero podría apostar la botella de El Gaitero que tengo reservada para la Nochevieja a que la noticia de la detención de dos agentes del CNI por filtrar información secreta a EEUU la ha propalado el propio CNI para levantarnos la moral: si somos espiados, si tenemos secretos y si estos secretos interesan a los EE UU, es que somos una superpotencia de mucho fuste. ¿Cómo se explica que EE UU pueda soltar dólares a porrillo por conocer secretos que no deberían existir entre aliados y liados?
Ahí están la madre y el padre del cordero. Me parece que el Gobierno lleva años engañándonos con imaginadas crisis económicas, deuda estratosférica, ruinas del Ibex, inflaciones sin fin, caída del PIB y otras muchas miserias para disfrazarnos de pobres y así lograr que la UE se apiade de nosotros y nos suelte la pasta gansa en forma de fondos para la recuperación y tal. En realidad no somos pobres y el CNI quiere felicitarnos la Navidad descubriéndonos el tinglado. Le estamos haciendo el timo de la estampita a Bruselas. Somos una superpotencia de incógnito, o sea, secreta, que a la chita callando está fabricando armas nucleares de última generación, escudos antimisiles tipo Guerra de las Galaxias y naves espaciales que el Pentágono estaba confundiendo con ovnis. El submarino S-81 que botamos el otro día, va equipado con rayos láser que podrían alcanzar la Luna.
O somos una superpotencia clandestina o EE UU busca información sobre el contenido del móvil del presi espiado por «Pegasus» porque no se conforma con los chismorreos de Mohamed VI. Eso, o los espías detenidos son Mortadelo y Filemón.
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