Melania Trump celebra la tradicional carrera de huevos de Pascua: su primera vez fue un desastre

Miles de niños visitarán el lunes la Casa Blanca para participar en la carrera de los huevos de Pascua. Es una tradición que data a la década de 1870 y reúne cada año a unos 40.000 visitantes, que llegan en turnos de dos horas. Los más pequeños reciben sorpresas y participan en diferentes actividades lúdicas en los jardines de la residencia.

El año pasado, Joe y Jill Biden, después de saludar desde el balcón, bajaron al césped, donde conversaron con algunos de los asistentes y jugaron con los niños. El propio Biden, de 81 años, ayudó a varios niños en las carreras, en las que los pequeños, con ayuda de cucharas de madera, hacen rodar huevos de colores hasta una línea de meta. El huevo tiene un simbolismo significativo durante la Pascua, ya que representa la nueva vida y la resurrección, que marcó el triunfo sobre la muerte y el pecado.

Este lunes, 21 de abril, la anfitriona será Melania Trump. Recibirá a niños y padres. En el recuerdo está su primera carrera llena de contratiempos en 2017, durante el primer mandato de su marido, Donald Trump. Para empezar, la primera dama, que apareció sonriente con un vestido rosa empolvado, tuvo que llamar la atención a su esposo, que se olvidó de llevar la mano al corazón mientras sonaba el himno estadounidense.

Poco previsora

Fue un descuido menor teniendo en cuenta que el peor susto ya se lo había llevado Melania antes, cuando estuvo a tiempo de quedarse sin huevos de chocolate por falta de previsión. Abrumada por la llegada a la Casa Blanca, no planificó bien la jornada de Pascua y los propios proveedores de la residencia le advirtieron de ello recordándole que no había hecho aún ningún pedido y el encargo necesitaría unos plazos de fabricación. Si se demoraba más en la organización, sería imposible cumplirlos.

Los chocolateros tuvieron la mitad del tiempo que en años anteriores, pero entregaron los huevos a tiempo. La primera dama conoce mejor el funcionamiento de la Casa Blanca y tiene su propia agenda institucional, aunque los fines de semana los suele reservar para disfrutar con su hijo Barron, de 19 años. Esta pudo ser la causa con la que justificó su ausencia el pasado 6 de abril en el baby shower organizado por Ivanka Trump para celebrar la llegada del bebé de su hermana Tiffany, hija de Marla Maples. A la fiesta, celebrada en Florida, asistieron todas las mujeres del clan Trump, excepto Melania.