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Prométenos ya el cielo, Pedro

El titular suena a bolero, pero qué quieren...

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro SánchezEP

El titular suena a bolero, pero qué quieren: uno es más de Lucho Gatica y Los Panchos que de Bruce Springsteen o los Rollings, por ejemplo. En su línea ascendente de promesas electorales, ya en el paroxismo, Él, que siempre va un paso más allá, no solo nos va a prometer entierros gratis, como decía el otro día, sino que añadirá el cielo, la gloria eterna, al ataúd y la lápida, según comentan lenguas viperinas. Un cielo sin requisitos de entrada, o sea, sin arrepentimientos ni blanqueos ni toque woke. Un cielo renovado con barra libre y discoteca animada por las bandas «Bildu’s & Arnaldos», «Aragonès and boys» y «La Yoli y sus Motomamis».

Ah, el Más Allá, la eternidad. Woody Allen dice que la eternidad no está mal, siempre que lleves la ropa adecuada. Yo añado que, efectivamente, no está mal siempre que seas un tipo muy paciente, porque la última parte se te puede hacer un poco pesada. Pam, la secretaria de Estado de Igualdad, debe de ver el paraíso como un cuadro de Botero. Ha dicho recientemente que quiere más gordas en el Congreso. Para materializarse el cielo de Pam, imagino que tendrían que reconvertir el gimnasio del Parlamento (creo que había uno) en diversos y bien surtidos puestos de hamburguesas, pizzas, hot dogs y, sobre todo, variada y abundante bollería.

El cielo de Ione Belarra, que dijo en su día que «el amor es el motor de la política», debería de estar lleno de corazones rosas, pero ahora es el látigo de Indiana Jones que fustiga hasta a Mónica García por ser «la izquierda cuqui». Ha pasado de Armando Manzanero a Extremoduro.

Mientras, Florentino Pérez le pone a Vinicius «Angelitos negros», de Machín. Pero él es más de samba.