
Ilusionada
El verano del amor de María Dolores de Cospedal
Esa nueva etapa ha llegado con un nombre propio: Fernando Portillo. Empresario gaditano afincado en Sevilla

María Dolores de Cospedal ha cambiado el escaño por la cubierta de un yate. El verano de 2025 ha sido un buen ejemplo de esta nueva vida. La exministra ha disfrutado de días de descanso en Sotogrande, uno de los enclaves más exclusivos de la costa gaditana, donde se la ha visto a bordo de una embarcación en compañía del empresario Fernando Portillo y de amigos cercanos. Imágenes de la pareja, relajada y sonriente, han circulado por la prensa, confirmando que, aunque no haya comunicado oficial, lo suyo es ya un hecho evidente.
María Dolores de Cospedal (Madrid, 1965) es una de las figuras más reconocidas de la política española de las últimas décadas. Abogada del Estado, ha ocupado cargos de gran peso: presidenta de Castilla-La Mancha (2011-2015), secretaria general del Partido Popular (2008-2018) y ministra de Defensa en el Gobierno de Mariano Rajoy (2016-2018). Durante años fue un rostro asociado a la disciplina, el trabajo intenso y la discreción en lo personal. Sin embargo, desde que dejó la política activa, su vida privada ha empezado a captar titulares más propios de la crónica social.
En octubre de 2024, Cospedal sorprendió anunciando su separación de Ignacio López del Hierro, con quien había compartido 15 años de matrimonio y algún que otro quebradero de cabeza con la mercantil de su expareja, Hilo de Inversiones S.L. López del Hierro, empresario y figura habitual en los círculos económicos y políticos, fue un apoyo clave durante su carrera. El motivo oficial de la ruptura, según se filtró, fueron “desavenencias en la convivencia” que se habían acentuado con el paso del tiempo. Pese a la discreción, no faltaron quienes apuntaron que sus vidas y ritmos ya no encajaban, y que Cospedal buscaba una nueva etapa personal más tranquila y centrada en sus propios proyectos.

Esa nueva etapa ha llegado con un nombre propio: Fernando Portillo. Empresario gaditano afincado en Sevilla, Portillo dirige junto a su familia la Agencia Marítima Portillo, dedicada a servicios portuarios y aduaneros. Hombre reservado y amante de la fotografía, la naturaleza y la vida rural, Portillo fue en su día el anónimo segundo marido de la recordada Sandra Domecq, primera esposa de Bertín Osborne. Con Domecq tuvo una hija, Ana Cristina Portillo, diseñadora e influencer con una importante presencia en redes sociales. Esta conexión con el universo celebrity ha hecho que muchos se pregunten si Cospedal, tan acostumbrada a la sobriedad institucional, acabará siendo una habitual de las revistas del corazón.
La relación entre Cospedal y Portillo habría comenzado como una amistad, pero este año han sido vistos juntos en varios eventos: en la Feria de Abril de Sevilla, en la Maestranza durante la temporada taurina y en cenas discretas en restaurantes andaluces. La pareja parece haber encontrado un equilibrio entre la exposición inevitable y la intimidad que ambos valoran.
En lo personal, Cospedal también vive cambios como madre. Su hijo, fruto de su matrimonio anterior y ya mayor de edad, mantiene un perfil muy bajo, alejado tanto del foco político como mediático (este año no lo hemos visto en Starlite como en ediciones anteriores). La exministra siempre ha protegido su intimidad y, pese a los nuevos aires que soplan en su vida sentimental, parece decidida a mantenerlo así.
De política dura a protagonista involuntaria de páginas de sociedad, Cospedal se reinventa en una etapa que combina trabajo como abogada del Estado, vida social más activa y una relación sentimental que, a juzgar por las imágenes, le sienta muy bien. El tiempo dirá si su nombre se repetirá tanto en la crónica política como en la rosa.
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