Imagen viral

Sabemos cómo Madonna ha convertido su cara en la de un alien

LA RAZÓN habla con expertos en estética y afirman que la diva se ha aplicado bótox, ácido hialurónico y «fillers»

Escandalosa, provocadora y problemática son adjetivos que han acompañado a Madonna a lo largo de sus cuatro décadas de triunfo en la música pop. Impredecible y transgresora sí que es. Con cada nuevo disco ha cambiado diametralmente su «look». Para la «reina del pop» su imagen va íntimamente ligada a su música. En 2010, con 52 años, aún no se había sometido a ningún retoque estético y el proceso fisiológico de envejecimiento de los tejidos era patente: aparición de las primeras arrugas, falta de volumen y flacidez. Pero al año siguiente se quitó 20 años de encima y ante las críticas lo dejó bien claro: «Tengo todo el derecho a hacer lo que me de la gana con mi cuerpo». Su obsesión por luchar contra el paso del tiempo ya le pasa factura, al querer aparentar 30 cuando tiene 65: Se pierde la morfología innata y no parece ella misma.

Hablo con un gran experto, el doctor Ángel Martín, director médico de Clínica Menorca que, con la discreción que le caracteriza, justo la virtud opuesta a la diva, me dice que si esa fotografía no está retocada, en base a lo que ve, Madonna se ha hecho un lifting facial que ha complementado con retoques estéticos a base de toxina botulínica, «fillers» (tratamientos no invasivos si se usan con mesura), y «skin booster» y ahí es donde lo ha fastidiado. La toxina botulínica no tiene porqué dejar la frente planchada ya que su función es prevenir las arrugas paralizando los músculos que las provocan. Con los «fillers» hay que tener cuidado y no abusar o se corre el riesgo de convertir al paciente en viral en su círculo, como Madonna en el suyo, que es el planeta entero.

¿Rejuvenecida?

Cada vez hay mejores productos gracias a la tecnología. Profhilo, por ejemplo, es un ácido hialurónico ultrapuro muy manejable que se distribuye uniformemente entre los tejidos y mejora la capacidad de soporte de la piel. De hecho, está muy indicado para la flacidez de los brazos. Lo normal es que con dos sesiones cada 30 días sea suficiente para mantener los resultados durante todo un año. Yo adoro los «skin booster», y a partir de los cuarenta previenen el envejecimiento, el «well-aging», como me gusta llamarlo. Y ahora han salido unos productos que han mejorado mucho a los anteriores. La declaración de Madonna ante su rejuvenecida imagen –«estoy feliz de ser pionera»– es un ataque a cantidad de médicos estéticos que usan rellenos con cabeza. En estética no vale el más es más. No es la primera a la que se le va la mano con los retoques. Primero fue Mickey Rourke que, al contrario de lo que la gente cree, su rostro es más producto del abuso de rellenos que de operaciones quirúrgicas.

Madonna se inyectó rellenos en las mejillas para evitar que su cara se viera descolgada. El bótox ayuda a suavizar la frente y las arrugas alrededor de los ojos, mientras que el aumento de los labios completan el aspecto: la cara parece hinchada debido a los rellenos y las expresiones faciales se vuelven inmóviles debido al bótox. No es el primer lifting que se hace. Durante el procedimiento, los tejidos faciales se estiran y se corta el exceso de piel. La estrella del pop esconde los cortes que quedan de la operación bajo el pelo largo. Lo mismo pasa con las segundas o terceras blefaroplastias. Se corta tejido sobrante del párpado superior e inferior dejando el ojo sin apenas movimiento.

¿Por qué no me voy a poner los labios de mis sueños? habrá pensado Madonna, y como los ácidos hialurónicos específicos para los labios ya no dejan boca de pato y la apariencia y el tacto son absolutamente naturales, ella se ha puesto el tamaño que le gusta. Y quiénes somos nosotros para juzgar me pregunto. El resultado se aleja mucho del rostro con el que conocimos a la cantante en los 80 y 90.