Soledad
Isabel Pantoja, más sola que nunca, en su peor momento
El viernes pasado, el mismo día en que se emitía la entrevista de Julián Muñoz, su hermano Agustín se encontraba en Madrid haciendo gestiones.
Lo adelantó Kiko Matamoros el pasado jueves en Sálvame dejando sin aliento al respetable: “¡Isabel Pantoja ha echado de Cantora a Agustín Pantoja!”. Según el colaborador, la tonadillera y su adorado hermano, habrían tenido una fuerte discusión provocada por la errónea gestión de los asuntos económicos de la tonadillera, mientras estuvo en la cárcel, que habrían desembocado en graves problemas legales, como el conocido caso Hormofer, por el que le piden tres años de prisión.
Una información que provocaba un rápido desmentido del clan Pantoja. La primera en hacerlo, tras hablar con su tío, era Anabel Pantoja en el mismo plató que Matamoros y, unos días después, se pronunciaba su hija Isa, a pesar de que ni siquiera había llamado a su madre para contrastar la noticia. Isa tiraba de sentido común afirmando que, aunque su madre y su tío tienen discusiones, “no creo que llegue al punto de tener que echarle de Cantora, porque con el enfrentamiento con Kiko y la muerte de mi abuela el único apoyo que tiene mi madre es mi tío, así que no me creo esa información”.
Deudas, causas judiciales y problemas familiares han llevado a la desesperación a la cantante
Desde que comenzara su relación con Julián Muñoz, y. sobre todo, desde que fuera condenada, en 2007, por blanqueo de capitales a dos años de cárcel y al pago de una multa superior al millón de euros, su situación económica, fiscal y judicial es desesperada. La millonaria deuda que arrastra desde entonces con entidades bancarias y el fisco han puesto en peligro su patrimonio, garantía de pago de los cerca de 4 millones que les adeuda. Si hace unos días era subastado uno de sus áticos de Fuengirola por una deuda menor, esta no sería la única propiedad que puede perder en los próximos meses la cantante. Su parte de la finca Cantora, propiedad que comparte con su hijo Kiko Rivera, corre peligro y responde por más de tres millones de deuda ante Hacienda y una entidad bancaria, cantidad que va aumentando con nuevos aplazamientos en el pago y los intereses de demora. Pero Pantoja tiene más propiedades a su nombre o al de sus empresas: otro ático en Fuengirola con dos plazas de garaje y un trastero, dos pisos y un local comercial en Sevilla, y la casa que posee en El Rocío.
A las reclamaciones económicas de los acreedores, se suman las judiciales: el fiscal solicita que se condene a Isabel Pantoja con tres años de prisión por un supuesto delito de insolvencia punible por el caso Hormofer. El juicio tendrá lugar el próximo 22 de marzo y, aunque los hechos presuntamente delictivos por los que se la juzga fueron cometidos por su hermano Agustí, el ministerio público la considera cooperadora necesaria del delito. Este procedimiento es el que, según Kiko Matamoros, habría desencadenado la fuerte discusión que habría provocado la expulsión de Agustín de su casa.
Agustín Pantoja estuvo en Madrid el pasado jueves 20 de enero “haciendo gestiones”.
Aunque no hemos podido averiguar los motivos que llevaron a Agustín a realizar una escapada a Madrid, La Razón ha podido confirmar que, el pasado jueves 20 de enero, el hermano de la tonadillera se encontraba en la capital de España “haciendo gestiones”. Y allí pernoctó, al menos, la noche del jueves al viernes, según nuestra que desconoce si regresó el viernes por la noche o el sábado por la mañana a Cantora.
Según nuestra fuente, Agustín contactó con sus amistades en Madrid durante su breve estancia en la capital de España. El cantante les confió su preocupación por el estado anímico en el que se encuentra Isabel y el hecho de haberla tenido que dejar sola. “Isabel está totalmente sola, no quiere hablar ni estar con nadie. Tampoco quiere comer y está muy desmejorada” nos asegura esta fuente, conocedora de lo que ocurre tras los muros de Cantora y de la actual relación entre los hermanos.
Está más sola que nunca, nos deslizan, por decisión propia y porque se está quedando sin amigos e, incluso, sin familia, por motivos económicos. El caso más visible es el de Kiko Rivera, que le culpa de su ruina y de haber puesto en peligro su patrimonio, pero no es el único. La única persona, además de sus fans, que sigue a su lado sin cuestionarla es su hermano Agustín.
Según este testimonio, que no niega que haya podido haber discusiones entre ellos, Agustín estuvo recientemente en Madrid y se mostró muy preocupado por el estado anímico de la tonadillera. De hecho, nos consta que mientras él viajaba a Madrid, se puso en contacto con algunas amigas de Isabel para que estuvieran especialmente pendientes de ella en su ausencia.
Todo ello nos hace concluir que sólo un asunto inaplazable, él además de ejercer como su representante artístico tiene poderes generales de Isabel Pantoja para actuar en su nombre, o una discusión fuerte con su hermana podrían haber llevado al sevillano a dejarla, totalmente sola, el día en que Julián Muñoz arremetía desde Telecinco contra ella. Agustín Pantoja sólo habría estado cuarenta y ocho horas en Madrid y, tras hacer sus gestiones, regresó a la finca gaditana en la que vive haciendo compañía a su hermana. Allí podrán ver juntos este viernes “Maldita la hora”, la entrevista concedida por Maite Zaldívar en la que relatará cómo cambió su vida cuando Isabel Pantoja se enamoró de su marido.
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