"Sálvame"

Carlota Corredera cuenta sus peleas con Kiko Matamoros fuera de cámaras: "Las he tenido muy gordas"

La expresentadora ha visitado "Te hago unfollow", el nuevo podcast de Miren Jaurne

Kiko Matamoros y Carlota Corredera en Sálvame
Kiko Matamoros y Carlota Corredera en SálvameMediaset

Ya ha pasado casi un año desde que Carlota Corredera se marchó de “Sálvame”, pero su paso por el programa de corazón más famoso de la pequeña pantalla sigue dando que hablar. Teniendo en cuenta que ha pasado más de una década trabajando en el espacio vespertino de Telecinco, no es de extrañar que buena parte de sus anécdotas o recuerdos estén ligados al magazín, y suele compartir algunas de estas vivencias con la opinión pública.

Cuando ejercía de presentadora, muy sonados fueron varios de sus enfrentamientos con Kiko Matamoros, a raíz de sus diferentes puntos de vista sobre la serie documental de Rocío Carrasco. Aunque estos desencuentros se producían en el plató de “Sálvame”, Carlota Corredera acaba de confirmar en “Te hago unfollow”, el nuevo podcast de Miren Jaurne, que las broncas con el colaborador también se producían fuera de cámara. “Con él las he tenido muy gordas”, reconoce la de Vigo.

El nombre del tertuliano aparece a lo largo del podcast a colación de la gordofobia en televisión, un asunto sobre el que Miren Jaurne critica “la hipocresía” del colaborador ante la atenta mirada de Corredera. “Yo dejé de ver ‘Sálvame’ porque no soporto a Kiko. Me jode que condene el físico de la gente cuando él ha hablado de su adicción a la cocaína, lo que pasa que, claro, es un adicto funcional. Entonces, ¿cómo me puedes venir a decirme que soy ‘una gorda de mierda’ que me merezco que me peguen un palazo, mientras tú estás glorificando la idea de drogarse desde los quince años?”, expone la presentadora del podcast.

En este momento, Corredera puntualiza que, según le consta, nunca ha sufrido un desprecio por su físico de parte de Matamoros, aunque sí reconoce que ha tenido serios encontronazos con él. Sin embargo, teniendo en cuenta que son compañeros desde hace muchos años y que, inevitablemente, “se coge cariño” a la gente con la que se trabaja, el tertuliano y la expresentadora hicieron todo lo posible por llegar a un punto de entendimiento: “Llegamos a una ‘entente cordiale’ porque son muchos años e intentas empatizar, a pesar de que a veces digas ‘joder, no me puedo creer lo que acaba de decir’”.