De viernes
Carmen Borrego y José María Almoguera: así ha sido su cara a cara con cobra en directo
Aunque su deseo era solucionar su conflicto en la intimidad, al final pasan el mal trago en un plató. Así ha sido su primer encuentro tras siete meses
Mientras se muestran sus imágenes en la parte trasera de un coche rumbo al plató de ‘De viernes’, los protagonistas de la noche parecen nerviosos. Bea Archidona y Santi Acosta, conductores del programa estrella de Telecinco, presentan a sus invitados a sabiendas de que se avecina un tenso cara a cara: “Ahí la estáis viendo, Carmen Borrego a punto de entrar en Telecinco. En pocos minutos estará sentada en este plató y le espera una noche especialmente complicada. Porque no viene sola, también estará con nosotros José María Almoguera, después de siete meses sin sentarse a hablar con su madre.El viernes pasado tendió la mano a su madre, pero Carmen Borrego tiene aún muchas conversaciones pendientes con su hijo. Hoy podrán escucharse mutuamente. Tendrán la oportunidad de pedirse las explicaciones pertinentes y, quién sabe si, madre e hijo, pueden poner fin a más de dos años de guerra familiar”. Comienza el espectáculo, lo que Joaquín Prat ha denunciado hoy como “the fucking show”, poco antes de la seria advertencia de la tercera en discordia, Paola Olmedo, fuera del negociado de esta noche.
Mirándose desde la lejanía, en puntos distantes del plató, madre e hijo esperan el primer round. Antes, Carmen asegura estar “nerviosa”, pues está en “uno de los peores escenarios que me imaginaba, sinceramente”. Eso sí, no parece que vaya con la intención de agachar la cabeza y callarse ante su hijo para conseguir su ansiado perdón, pues piensa batallar al responder a si puede escuchar esta noche algún comentario que le duela como madre: “Después de tantos meses, podría decir que estoy preparada. Yo creo que las madres estamos poco preparadas, pero a lo mejor también hay comentarios míos que a él tampoco le gustan. Yo creo que mientras se hable con respeto y, sobre todo, yo creo que es importante, hablar con amor, porque estamos hablando de mi hijo”.
Después las cámaras tornan al otro lado del ring. Ahí, José María Almoguera, con una sonrisa de oreja a oreja, fruto de los nervios, aguarda su momento. Dice que “en ningún momento me lo habría imaginado” el estar a punto de saldar sus cuentas íntimas con su madre con España como testigo. De ahí que reconozca estar también “nervioso”. Y es que se teme meter la pata y poder agravar aún más la situación familiar. De ahí que su deseo es más certero que el planteado antes por su madre: “Espero que salgamos por lo menos como estamos y no peor”.
Antes de pretender verse y fundirse en un abrazo, se han vuelto a separar durante unas horas más. Lo hacían para sentarse a defender su dolor y decir en qué punto el otro se ha equivocado. Vamos, a repetir las entrevistas pasadas y echarse más reproches a la cara. Primero empezó la madre, que tensó la cuerda al decir que “no vengo a solucionar nada” o que “no busco un careo con mi hijo”. No estaba muy conciliadora. Sí su hijo, que incluso ha desvelado que han estado en la consulta de un mediador profesional especializado en familia para ayudar a la suya a no resquebrajarse aún más. Después de esto y más ruegos y preguntas, llegó el final de su entrevista. Se le brindó la oportunidad de saludar a su madre en plató y la rechazó rotundo. Eso sí, no se marchó sin lanzarle un beso a la gigantesca pantalla que le ha acompañado durante su entrevista, en la que se mostraba a su madre encajando el rechazo. No pudo ser, aunque a la audiencia se le ha vendido el reencuentro que los protagonistas parecían haber acordado de antemano que no iba a producirse para regocijo del público. Por ahora.
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