Rocío Carrasco: la venganza se sirve fría (y con fondant)

Rocío Carrasco ha conseguido librarse de la expulsión en el último episodio de "Bake Off: famosos al horno", que finalmente acabó con Julio José Iglesias marchándose a su casa. Una buena noticia para los seguidores de la hija de la Jurado, que podrán continuar siguiendo su evolución como pastelera en el nuevo reality show de Televisión Española.

Aunque sus dotes como repostera dejan mucho que desear -al menos, de momento-, Carrasco se ha reafirmado como la "show woman" que es y que en su día desapareció por culpa de las historias que ya todos conocen y que no hacen falta recordar.

La heredera universal de "La más grande" ha vuelto a reír ante las cámaras y ya no necesita llorar para llamar su atención. Tras más de una década alejada de los medios, Carrasco regresó a la pequeña pantalla de la mano de su serie documental, pero no ha sido hasta ahora cuando ha recuperado la esencia con la que aterrizó en la televisión, la que le concede un horario de prime time sin necesidad de hablar de Antonio David, sus hijos o esa familia "mediática" a la que ella tacha de "avariciosos y traidores", entre otras perlas.

Esta Rocío renacida de sus cenizas, como el ave fénix con el que ella misma se compara, no solo ha logrado ganarse el cariño del público de "Bake Off: famosos al horno", sino también de sus compañeros y el resto de trabajadores. "Todo el equipo del programa está enamorado de ella, por su manera de ser y lo fácil que lo está poniendo", advertía Paula Vázquez, la presentadora del formato, en una entrevista con LA RAZÓN.

Carrasco ha vuelto a la televisión por la puerta grande y para quedarse, reclamando un lugar que hace años le fue arrebatado por su exmarido y sus secuaces, alejados ahora de los medios y sin que se atisbe posibilidad de retorno.

De hecho, desde que fue despedido de "Sálvame", Antonio David se ha encontrado con las puertas de todos los platós cerradas, y ahora se resigna a despotricar en un canal de Youtube cuyos vídeos rara vez superan las 10.000 visualizaciones.

Tampoco se ha vuelto a ver a su hija, Rocío Flores, en un espacio de televisión desde que se apartó del extinto "El programa de Ana Rosa" por no llegar a un acuerdo sobre su caché, que por lo visto era demasiado superior al que la productora estaba dispuesta a pagar. Ahora, la joven se gana la vida como distribuidora de productos cosméticos, una empresa en la que está cosechando cierto éxito pero que podría ir en detrimento de su presencia en redes sociales, donde ha perdido más de 20.000 seguidores en los últimos meses.

Frente a esto, el éxito que está cosechando el regreso a la televisión de Rocío Carrasco, que puede hacer suya la máxima de que la venganza se sirve fría (y con fondant en su caso).