Comunicación

¿Quieres que te tomen en serio? Estas son las 10 frases que te hacen parecer débil

No ser capaces de proyectar confianza, puede provocar que no se nos tome en serio y que nuestro criterio quedé en un segundo plano

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En nuestro día a día, solemos pasar por alto cómo decimos lo que decimos. Cuando discutimos cualquier idea en nuestra vida profesional, dejamos entrever muchas más inseguridades de las que nos gustaría... incluso cuando ni siquiera están ahí.

Si no tenemos seguridad o nos sentimos vulnerables ante cualquier situación, deberíamos demostrarlo voluntariamente. Aunque suene paradójico, decir la verdad sobre nuestras imperfecciones nos dará unos cimientos sólidos sobre los que construir. Es decir, nos hará fuertes y seguros.

Pero también hay momentos en los que transmitimos ideas de las que estamos absolutamente convencidos, y sin embargo, estamos proyectando lo contrario de forma inconsciente... sin que tengamos ningún control o consciencia de lo que está pasando.

Este no es un problema baladí. No ser capaces de demostrar confianza puede provocar que no se nos tome en serio y que nuestro criterio quedé en un segundo plano. Esto impedirá que tengamos relaciones profesionales equilibradas en las que nos sintamos cómodos, e irremediablemente, hará que crezca el resentimiento en nuestro interior.

Para evitar esta situación, los hermanos Kathy y Ross Petras, coprotagonistas del podcast “You’re Saying it Wrong” (“Lo estás diciendo mal”), publicaron en la CNBC una guía con las frases que más suele utilizar la gente y que les hace parecer débiles.

1. “...¿Tiene sentido?”

Utilizar expresiones como esta al terminar de exponer una idea, denota que estamos buscando la aprobación de nuestro interlocutor. Demuestra que preferimos compartir la responsabilidad sobre la decisión porque no estamos seguros de lo que estamos diciendo. Es una coletilla que utilizamos como un relleno porque no significa nada... pero que en realidad significa mucho.

Para evitarlo, los hermanos Petras proponen una alternativa: “¿Qué opinas?”. Esta frase no es una coletilla... es una pregunta directa.

2. “Quizás deberíamos probar...”

“O crees en lo que dices, o no”, explicaban Ross y Kathy Petras.

Es muy común introducir esta frase al comienzo de una oración para buscar la aprobación de otros. Pero cuando la decimos, creamos la predisposición a que otros digan automáticamente que no, o invitamos a que maticen nuestra idea.

Cuando sugieras algo, hazlo porque has pensado sobre ello y porque crees que es una buena idea. Si quieres acompañarlo de otra fórmula, es mejor usar algo como “es una buena idea...” o “probemos...”.

3. “Creo que esto...”

Puede parecer una diferencia menor, pero decir “YO creo” en vez de “creo”, te hace responsable de tus pensamientos.... transmite seguridad y hace que el resto se lo piense dos veces antes de llevarte la contraria.

4. “No estoy seguro, pero...”

Nunca utilices a la ligera una fórmula como esta. Y no compartas una idea de la que estás seguro, acompañándola de palabras que te hacen parecer inseguro. Este consejo también aplica para otras frases como “sé que puede parecer una pregunta estúpida, pero...”.

Si eres de esos que suelen recurrir a expresiones como esta, Ross y Kathy Patras tienen un consejo para ti: “no te menosprecies, nunca”.

5. “Solo quería...”

El problema de utilizar la palabra “solo” de esta manera, hace que suene casi como una disculpa. Y sobre todoen un contexto profesional, donde si molestas a alguien es porque tienes que molestarle. No te disculpes por ello.

6. “No hace falta decir...”

Si no quieres dar por sentado lo que ya se sabe, dilo tantas veces como sea necesario... y si no hace falta decirlo, no lo digas.

Kathy y Ross Petras alertan de que muchas personas utilizan frases o palabras que creen que les hace parecer más inteligentes, pero la realidad es que no solo no consiguen su objetivo, sino que consiguen precisamente lo contrario.

7. “En mi opinión”

Según Kathy y Ross, esta expresión es una introducción innecesaria que te hace parecer débil. Tu interlocutor sabe que es tu opinión porque la está escuchando de tu boca... por eso es mejor ir al grano. En general, podemos decir que los preámbulos proyectan inseguridad.

8. “Por si sirve de algo...”

Esta frase nos coloca automáticamente en una posición de sumisión... como si nos diese miedo abrir la boca. ¡Di lo que tengas que decir!. Utilizar frases como esta denota un estado de total perplejidad y de una falta de control absoluta, ... como si fuésemos un conejillo asustado ante los faros de un coche.

9. “Perdón”

No es un problema decir “perdón” cuando realmente quieres pedir perdón, pero no hay motivo para decir “perdón” si no estás pidiendo perdón por nada.

Si lo que necesitas es simplemente una palabra que haga llamar la atención de alguien, es mejor opción utilizar “disculpe”. Puede parecer una diferencia mejor, pero la segunda opción suena más corta, más rápida y menos auto despreciativa, según Ross y Kathy Patras.

10. “Se hizo esto...”

No se hizo... lo hiciste tú... ¡haz que se sepa!

Utilizar la voz pasiva te quita un mérito que te corresponde y que no debe pasarse por alto. Si quieres que te valoren es esencial que tus interlocutores conozcan porqué es útil tenerte a su lado.