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La ayuda no se detiene

Banco Santander mantiene su compromiso con los damnificados de la DANA cinco meses después

La entidad ha destinado más de 4,1 millones de euros para ayudar a afectados en la Comunidad Valenciana, en colaboración con más de 40 ONG y fundaciones

Banco Santander mantiene su compromiso con los damnificados de la DANA cinco meses después
Banco Santander mantiene su compromiso con los damnificados de la DANA cinco meses despuésFreepik

Paco y su padre, Chimo, tienen un negocio familiar, desde hace casi 40 años, una papelería en Catarroja. Los últimos años no han sido fáciles, con la competencia de Amazon y otras grandes empresas. Pero con mucho esfuerzo, lo iban logrando, hasta que llegó la dana. A las 6 de la tarde, a Paco le llamó su hermano para avisarle de que el agua empezaba a subir y de que había riesgo de que se desbordase el Barranco del Pollo. Paco, por si acaso, mandó a casa a la chica que trabajaba con él, y se quedó cerrando la tienda junto con su hijo de 10 años, al que había ido a recoger al colegio. Echaron el cierre, pero no les dio tiempo a salir. Una tromba de agua inundó la calle. Un coche chocó contra la persiana de metal y la levantó por abajo.

El agua empezó a entrar y en cuestión de minutos todo estaba inundado. No tenían escapatoria, el agua subía y subía. Los muebles flotaban. Todo era un caos. A duras penas, Paco y su hijo consiguieron subir a una estantería, pero el agua les llegaba al cuello. Su hijo le miró asustado. “Papá, vamos a morir”. Paco supo que no podían seguir esperando. Se lanzaron al agua. Nadando, bucearon, sortearon muebles flotando con los que se chocaban y, como pudieron, se acercaron a la salida. Paco dio instrucciones a su hijo para que bucease hasta el suelo mientras él le empujaba hacia abajo para que pudiera colarse por la rendija abierta.

Paco no sabía qué les esperaba fuera, pero era la única escapatoria. Su hijo consiguió salir y luego le siguió Paco. Fuera, era el caos. El agua alcanzaba los 2 metros. Consiguieron subirse a un árbol y ahí esperaron 3 horas a oscuras, helados, muertos de miedo, oyendo a la gente gritar. Unos vecinos consiguieron rescatarles. Cuando Paco vio a su hijo a salvo, respiró por fin. Todo lo demás daba igual. Dos días después pudieron acceder a la tienda. El alma se les cayó a los pies, pero estaban vivos y era un milagro. Solo eso importaba. Hoy siguen luchando para salir adelante gracias al apoyo de sus vecinos, de sus proveedores y hasta de su “competencia”, que les cedió su cartera de clientes para que pudiesen salir adelante. Chimo lloraba cuando nos lo contaba. Paco y su hijo son héroes anónimos. Su hijo aún tiene pesadillas y agradece a su padre que le apuntase a clases de natación. Sabe que eso le salvó.

Paco y Chimo han recibido ayuda de Banco Santander a través de la ONG NOVA FEINA, que está apoyando a los dueños de pequeños negocios a salir adelante. Además, están formando en oficios como albañilería a personas en situación de vulnerabilidad afectadas por la dana, que podrán ayudar a rehabilitar locales y casas destrozadas.

A Marta y Aurora alguien les avisó de que el agua estaba subiendo muy rápido. Corrieron a casa de su madre, encamada y sin poderse mover. Lograron llegar. Quisieron salir, pero ya era tarde. El nivel de agua no paraba de crecer. Arrastraron como pudieron el colchón con su madre y con una fuerza sobrenatural que aún hoy no logran explicarse de dónde salió, se encaramaron a los barrotes de una ventana. Con una mano se sujetaban y con la otra sujetaban, como podían, a su madre sobre el colchón, ayudadas por una mesa que de manera milagrosa se situó justo debajo y sirvió de apoyo al colchón.

Aguantaron 3 horas, chillaron pidiendo ayuda, mientras, escuchaban a su vez, desoladas, los gritos desgarradores de su vecina Vicenta que se ahogaba sola. Vicenta se ahogó. Ellas sobrevivieron. Su madre, recién operada, y con una cicatriz en la tripa de lado a lado, ni siquiera sufrió una infección. Son conscientes del milagro. Marta y Aurora han recibido la ayuda del banco a través de la ONG ESYCU que les está ayudando a reconstruir su casa.

También Banco Santander colabora con la Fundación Colysee, que está ayudando a rehabilitar las viviendas de las personas mayores que lo han perdido todo. Este es el caso de Pili, de 70 años. Ella vivía en un bajo en Paiporta. Lo acababa de reformar. El 29 de octubre, a las 5, estaba tumbada en el sofá. No se encontraba bien. Se había quitado la peluca para descansar un rato. Acababa de recibir una sesión de quimio de 5 horas. Tiene cáncer desde hace 5 años. La llamó su hijo. “Mamá voy a buscarte. El agua está subiendo mucho”. Llegó su hijo y la sacó en brazos. A ella y a su padre, de casi 90 años y con demencia senil. Consiguieron a duras penas atravesar la calle y salir del pueblo. Cuando Pili pudo acceder a su casa, una semana después, estaba totalmente destrozada y lo poco que quedaba se lo robaron. Pili no tenía seguro.

Historias como las de Cristina, Marta y Paco ponen rostro a la tragedia de la DANA.
Historias como las de Cristina, Marta y Paco ponen rostro a la tragedia de la DANA.Freepik

Emprendimiento y reconstrucción

Cristina siempre quiso emprender. Hace dos años se decidió y empezó con todos los trámites para poner en marcha una casa de comidas para llevar. La inauguró el 26 de octubre de 2024 y tres días después lo perdió todo por culpa de la DANA. El local quedó arrasado. Perdió todo el equipamiento, solo pudo recuperar el mostrador. Cinco meses después, va a abrir de nuevo, gracias a la ayuda que ha recibido de Banco Santander a través de la ONG DASYC.

El pasado 29 de octubre quedará para siempre grabado en la memoria de nuestro país. Paco, Chimo, Marta, Aurora, Pili, Cristina… son solo una muestra de las miles de historias, tristes y desoladoras, que quedarán registradas de aquella tarde, tras la terrible dana que golpeaba la zona Este de España con especial virulencia en numerosas poblaciones de Valencia.

235 fallecidos -227 en la provincia valenciana, 7 en Castilla-La Mancha y uno más en Andalucía-, innumerables daños materiales que, según los últimos datos, se traducen en más de 11.200 viviendas afectadas, más de 64.000 empresas, 275.000 trabajadores afectados… y un largo etcétera que da cuenta de la magnitud de la tragedia.

Miles de particulares y centenares de compañías, grandes y pequeñas, se volcaron en ayudar desde el primer momento; entre ellas, Banco Santander, que cinco meses después continúa desarrollando iniciativas de apoyo a los damnificados y ha podido ver sobre el terreno cómo está la situación a día de hoy, recogiendo decenas de testimonios con ONG a las que está apoyando y varios de los afectados.

La entidad, que insiste en la importancia de no olvidar a los ciudadanos y empresas afectadas, ha donado ya más de 4,1 millones de euros para la ejecución de distintos proyectos e iniciativas de asistencia y colaboración con los más afectados, canalizadas a través de más de 40 ONG, fundaciones y otras instituciones que trabajan en la zona; también en programas específicos, como el plan de ayudas económicas directas a universitarios afectados de la región para ayudarles a continuar con sus estudios, con 550 ayudas de 2.000 euros a estudiantes, o las donaciones en especie de material de primera necesidad, mobiliario de oficina, etc, a través de su dirección territorial en la Comunidad Valenciana.

 Banco Santander mantiene su apoyo a los damnificados de la DANA con proyectos de reconstrucción, apoyo a pequeños negocios, formación para personas vulnerables y programas para estudiantes afectados.
Banco Santander mantiene su apoyo a los damnificados de la DANA con proyectos de reconstrucción, apoyo a pequeños negocios, formación para personas vulnerables y programas para estudiantes afectados.Pexels

Economía circular y solidaridad

La última acción en este sentido se ha producido hace tan solo unos días, con la donación de 32 bancos fabricados con tarjetas bancarias recicladas a los municipios valencianos de Paiporta, Aldaia y Catarroja. Un proyecto de economía circular sin ánimo de lucro, que la entidad arrancó hace tres años y cuyos bancos decoran varias ciudades españolas. El director territorial de Banco Santander en la Comunidad Valenciana y Murcia, Javier Gallardo, ha señalado que “esta donación forma parte del compromiso que el Santander mantiene con Valencia y la ilusión por colaborar en reconstruir nuestra tierra, porque estamos convencidos de que nuestro papel es estar junto a las personas, los negocios y las instituciones en las zonas afectadas por la DANA para apoyarles y facilitarles el impulso que necesitan para retomar su actividad”.