Obra sin premios por João Fernández

A pesar de que su obra es importantísima y de que actualmente se ha reconocido tanto en Brasil como en los circuitos internacionales, no deja de ser sorprendente premiar una obra como la de Artur Barrio, tan alejada de lo convencional y de los reconocimientos oficiales. Es, además, una referencia para los jóvenes creadores. Junto con Oticica, Lygia Clark y Lygia Pape forma parte de una generación que ha ayudado a cambiar el arte. Ellos realizan la primera crítica del modernismo del siglo XX. En condiciones de enorme dificultad creó situaciones que provocaron y sacudieron el contexto social, como sus instalaciones de 1969 en las calles de Belo Horizonte, con hatillos de carne similares a los que dejaban por las esquinas los escuadrones de la muerte. Aquella obra provocó un escándalo. Barrio es un artista en plena libertad, muy crítico con los circuitos artísticos y bastante creativo a la hora de utilizar materiales orgánicos como algas, bacalao, pescado crudo, sal, vino y café. En el Museo Serralves pudimos ver una exposición suya y tiempo atrás, y en un futuro próximo abriremos las puertas nuevamente a Barrio.

*Director del Museo Serralves de Oporto (Portugal)