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Rehabilitación a medias

España derrotó a Nueva Zelanda sin necesidad de defender n El talento bastó para superar a los «tall blacks» y olvidar lo de Francia / «Hemos dado un paso de gigante», afirmó Scariolo

Rehabilitación a medias
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Una victoria para olvidar. Para ol- vidar el golpe de la primera jornada ante Francia. El resultado, un triunfo relativamente cómodo, no podía ser ningún otro estando enfrente una selección del nivel de Nueva Zelanda. Los «tall blacks», después montar el show con la haka, se limitan a atacar y se olvidan de defender. Si el rival es condescendiente atrás, hay partido. Y así fue como se comportó España durante demasiados minutos. «La Roja» no se esforzó demasiado. Se limitó a utilizar el enorme talento que tienen buena parte de sus jugadores para evitar sobresaltos y sumar el primer triunfo del campeonato. La jornada de descanso de hoy servirá para recuperar a un grupo que no puede hacer más que crecer. Además, Ricky y sus problemas en el cuello –terminó en el banquillo atendido por los médicos– agradecerán más que nadie el parón. Mañana ante Lituania estará en juego la segunda plaza del grupo. Siempre y cuando a Francia no le dé por fallar.

Nueva Zelanda era el rival perfecto para olvidar lo que pasó ante los «bleus». Eso siempre y cuando al equipo le diera por sudar en ambos lados de la pista. Y eso no sucedió durante la mayor parte del partido. En la primera mitad, España decidió que sólo debía trabajar para atacar el aro rival. Defenderlo era otra historia. Los «tall blacks» no son precisamente una de las ocho mejores selecciones del campeonato. Pero tienen una virtud, si se les deja las meten. Si se les flota, tienen tiradores que anotan. Vamos, que tienen puntería y son capaces de sumar con relativa facilidad. España, durante demasiados minutos, regresaba a su pista porque era una obligación, pero defender... que lo hiciera otro y como el compañero pensaba exactamente lo mismo pues...

Penney, el escolta que en la pri- mera jornada endosó 37 puntos a Lituania, ya había acumulado 16 al descanso. Abercrombie, un ala-pívot blanco con un par de buenos muelles, había sumado otros 16. Parecían un par de «all-stars». Nueva Zelanda se fue al vestuario sólo con cuatro puntos abajo y gracias a que el segundo cuarto no duró algo más porque casi defendían más los acompañantes de Scariolo en el banquillo que los cinco jugadores que estaban en cancha. La última jugada fue significativa. Restaban 0.6 segundos para el final. Saque de fondo y Pledger, el pívot de 2,13, su único jugador interior, que recibe sólo y anota con facilidad desde cinco metros (48-44).

España llegó a dominar por 13 (24-11, min 9) y anotó sus ocho primeros tiros libres. Fueron síntomas de que lo sucedido ante Francia no se iba a repetir. Entre otras cosas porque los neozelandeses son bastante justitos físicamente. Cuando Scariolo llamó la atención en los vestuarios y exigió algo más de trabajo atrás, el parti- do se acabó. Un robo de Ricky por aquí, un tapón de Marc por allá y un parcial de 13-2 evidenciaron que España había decidido tomarse en serio el segundo partido (61-46, min 24). Garbajosa anotó un par de triples; Navarro dejó detalles; Raúl demostró que está para bastante más que rellenar el hueco de Calderón y Nueva Zelan- da quedó reducida a su verdadero nivel.

Pero España volvió a disiparse. A olvidar que los partidos se juegan en el aro propio y en el del rival. Nueva Zelanda volvió a aprovecharse de las facilidades y alcanzó el arranque del último cuarto con la sensación de que si le dejaban (77-68, min 31)... Se trata de que si la selección no se toma en serio al rival durante todo el partido no hay todavía argumentos suficientes como para estar tranquilo, como para creer que se puede ganar sólo con la camiseta y con la apelación al pasado más reciente. El toque de atención volvió a ser efectivo. España endosó un parcial de 8-0 (85-68, min 34) y despejó todos los interrogantes del partido ante los neozelandeses. Hay otros que siguen abiertos, como la relajación en determinados momentos. Por ahora no es grave, pero a medida que avance el torneo... Lituania no va a ofrecer las facilidades que mostró en los dos amistosos de preparación. Ahí, España se encontró con un rival que bajó los brazos demasiado pronto. Mañana no será igual.