Copa del Rey

Sevilla

Nervión: «Mais que futebol»

El Sánchez Pizjuán estaba caliente ante la visita del Madrid y aguantó sin incidentes hasta que a Casillas le lanzaron una botella desde la grada

Casillas agarra una pelota por alto entre Kanouté y Luis Fabiano con Albiol vigilando
Casillas agarra una pelota por alto entre Kanouté y Luis Fabiano con Albiol vigilandolarazon

SEVILLA- Del Nido se salió con la suya, pero sólo a medias. El Sánchez Pizjuán fue una caldera con vídeo, pancartas y sms para unos aficionados enloquecidos desde antes de acceder al estadio. Aunque la batalla, lo más importante, la ganó el Real Madrid. Todavía queda otra, en la capital.

19:55: ¡Viva el márketing! La campaña ha funcionado. Ni el frío, ni la lluvia, ni la crisis, tampoco la cuesta de enero ni los atascos en Nervión afectan porque hay fútbol del bueno. El Sánchez Pizjuán canta a capela el himno del Arrebato. No se ha llenado del todo, pero el estadio ruge. La banda sonora de Rocky anuncia la alineación del Sevilla, justo después de la primera gran pitada: se había citado al innombrable, Mourinho. Antes del pitido inicial, aún hay tiempo para más. Con los onces sobre el campo, el vídeo de la discordia se vuelve a emitir por los marcadores. Y el partido arranca con 42.000 personas gritando «¡A por ellos!» y una pancarta estratégicamente colocada: «Nosotros somos los grandes, mirad la grada». Es la batalla extrafutbolística, saldada gracias al dispositivo policial con solo un petardo y el humo de una bengala.

20:16. El Madrid rompe el silencio. Ninguno de sus futbolistas ha hablado todavía. Ni del vídeo ni de nada. Lo hace Benzema, a base de regates y Nervión enmudece. Sólo unos segundos. No desfallece. Ha sido un minuto fatídico, el de Antonio Puerta: lesión de Sergio Sergio Sánchez y gol.

20:30. «Así, así, así gana el Madrid». La ira sevillista se dirige a Undiano tras perdonar una amarilla a Arbeloa, que la vería muy poco después. Acción y reacción. El fútbol no brilla, pero la tensión se palpa. Es la Copa en su máxima expresión.

20:45: Más leña al fuego. Fermín, «el del banderín», no da gol a Luis Fabiano. Albiol ha salvado sobre la línea el empate. Parece pero ¿es gol? Para el estadio, por supuesto. Termina la primera parte más caliente si cabe y con pitada al trío arbitral.

21:06. Los biris se acuerdan de Sara. La novia de Casillas y arranca la segunda parte. Ya es otra cosa. El bocadillo, y sobre todo el marcador, han rebajado la tensión. El Madrid es superior, puede sentenciar y el Sevilla no crea peligro. Hay miedo en el ambiente al segundo gol. El pan casi se atraganta en un par de ocasiones.

21:30. El último empujón. La grada trata de enganchar al campeón y celebra un córner como un penalti. Sin suerte. El arbitraje sigue dando que hablar. No hay perdón ni para Sergio Ramos, que roza el gol.

21:55. La batalla ha terminado. La guerra, tal vez no. Y desde la grada lanzan una botella que da a Casillas en la cabeza por detrás. «Siempre tiene que haber alguien que lo joda», dijo Iker. Era sólo fútbol: 22 futbolistas y un balón.