Antonio Miguel Méndez Pozo: «España no carburará si no se soluciona la llegada de dinero a las empresas»

Burgos- Dice que hay que dar la vuelta al calcetín de España. que sólo así habrá luz al final del túnel. A nadie deja indiferente. Un empresario respetado dentro y fuera de España por su capacidad para crear empleo y riqueza. Por su sentido de lo público y olfato emprendedor. A todo se ha sobrepuesto. Antonio Miguel Méndez Pozo conoce en carne propia que quien no ha sufrido no sabe de nada. Y tiene ese no se qué que se haya por ventura para sacar adelante cualquier proyecto que caiga en sus manos. Algunas de las grandes realidades de Castilla y León no hubieran sido posibles sin su empeño y buen hacer. Sin su generosidad. La Fundación Atapuerca, o la que lleva el nombre de Silos, son una buena muestra. Méndez Pozo ha sido y es un hombre de mano tendida. Siempre dispuesto a arrimar el hombro donde haga falta para levantar la vida y ensanchar el horizonte de mujeres y hombres. Le gusta ser positivo. Pero siempre con los pies bien clavados en el suelo. Cuando le digo que el 2011 ha sido muy difícil, me responde...
– Ha sido duro, es cierto, y los empresarios hemos sido un reflejo de la sociedad. Indudablemente, las cosas no han ido bien. Lo que sí hemos pretendido ha sido adaptarnos a los hechos reales. A finales de año se ha producido un cambio de gobierno y creo que este tipo de situaciones generan confianza. Esperemos que esto se demuestre en un comportamiento de la Economía menos dramático que en 2011. Porque España funciona y sabe afrontar los graves momentos cuando la sociedad tiene marcado el camino. Si actuamos con orden y confianza, 2012 será menos duro que el año anterior.

– Pero, ¿hemos tocado fondo?
– El pasado trimestre ha sido calamitoso en España. Todos los indicadores apuntan que estamos en recesión. Indudablemente las cosas no se resuelven de la noche a la mañana, pero creo que sí se podrá poner orden y seriedad de manera rápida ante la situación en que nos encontramos. Éste será el primer paso para superar la apatía y desmoralización que nos rodea.

– Rajoy sí ha reconocido el protagonismo del empresariado. ¿Cree usted que les irá mejor que con el anterior gobierno? ¿Qué le piden ustedes al nuevo Ejecutivo?
– Mire: hay que darle la vuelta al calcetín de España. Una de sus patas importantes es el mundo empresarial. Nosotros debemos seguir tirando, pero también hay que devolver la ilusión para la gente abra empresas, para que haya autónomos... Se trata de que la rueda económica gire. Es hora de que se tome en serio la reforma laboral, porque para que un país funcione es necesario que se proteja tanto al trabajador como al empresario. Que la relación sea sencilla y fluida entre ambos.

– ¿Y el Gobierno, qué le parece?
– Se han puesto los peones ajustados. Hay entrenador, equipo y balón como para hacer buen partido. La confianza, viendo la prensa nacional e internacional, parece que se ha conseguido. Llegan con la fuerza como para pensar que en Europa podamos empezar a recuperar el peso que nunca debimos perder.

– Pide usted más liquidez para las empresas. Que fluya el crédito. Esto parece complicado por la crisis y el panorama financiero.
– Tenemos falta de liquidez y un sistema que no aporta lo suficiente a empresas y familias. Hay un problema muy serio y requiere de buenas cabezas y buenas soluciones. Porque, mientras no se solucione la llegada de dinero a las familias y empresarios para que puedan seguir tirando de sus empresas y creando otras nuevas, este país no carburará. Es vital dar con la fórmula para que el sistema financiero funcione. Y hay que hacerlo ya. Porque, las fuerzas están exhaustas. Estamos cansados, con las reservas económicas y anímicas agotadas. Hace falta rigidez, incluso algunos recortes, pero eso hay que complementarlo de manera lógica y clara con crecimiento. Ahí está el encaje de bolillos. El éxito o el fracaso. Pero todo pasa por que fluya el crédito.

– La alcaldesa de Madrid rebaja al mínimo los trámites para crear empresas. ¿Ese es el camino?
– España es un país al que le gusta poner palos en las ruedas y los empresarios hemos de estar todos los días salvando cinco mil obstáculos. Hace falta plantear el caldo de cultivo apropiado. Propiciar ánimo para que se creen empresas. Lo principal es reducir trámites, porque siempre habrá necesidad de crear negocios.

– Muchos empresarios de Castilla y León se han quejado de más complicaciones a la hora de negociar con los grupos en los que se han fusionado sus cajas de ahorro de toda la vida. ¿Qué le parece?
– Pues me parece que las cosas han cambiado mucho en las nueve provincias. Estábamos acostumbrados a tratar con nuestras cajas, entidades muy cercanas. Y teníamos una forma de hacer, de trabajar con ellas. Esto ha variado. Ese cambio se produce, además, en un momento en el que el crédito no fluye. Son dos circunstancias que complican las cosas. La situación es muy dura. Y, cabe señalar, que no es un problema derivado de la situación de nuestras cajas, sino del momento que vive el sector financiero en general.

– Hablemos de cámaras. Concretamente de la supresión de la cuota obligatoria. ¿Cree que se podría revertir esa decisión?
– No sería bueno que se revirtiera. Hemos aguantado un año muy duro para las cámaras, pero se ha demostrado que son necesarias. Que prestamos una labor importante a la sociedad en general, y muy en particular al mundo empresarial y económico de nuestras zonas. Sobre todo a los pequeños y medianos empresarios del medio rural.

– ¿Y qué proponen?
– Elaborar una nueva Ley de Cámaras que establezca la manera de autofinanciarse. Debemos sellar convenios con las administraciones, en un momento en que necesitan rebajar entramados de personal y empresas paralelas. Las administraciones se pueden apoyar en nuestra red de 87 cámaras y, por menos dinero, beneficiarse de nuestro riguroso trabajo. Las cámaras deben darse cuenta de que han de salir al mercado. Sería una pena dejar morir estas entidades.

– Explíquenos esto. ¿Cómo salen al mercado las cámaras?
–Hemos demostrado nuestro buen hacer en exportaciones, en el comercio exterior y en la formación. Tenemos un amplísimo conocimiento de la empresa. Disponemos de ventanillas únicas , que han funcionado eliminando trabas. Este instrumento, por ejemplo, ha sido el gran invento del mundo cameral en colaboración con las administraciones.

– ¿Y el capítulo formativo, como puede mejorarse?
– Los jóvenes que cursan FP y otros niveles académicos con proyección a la empresa, deben hacer prácticas. Yo defiendo es que se trabaje por la mañana y se vaya a clase por la tarde, o a la inversa. Por otra parte, hay que propiciar el encuentro del mundo académico con el de la empresa, a través de las cámaras.

– La Cámara de Burgos, que usted preside, tampoco ha sido ajena a la crisis y ha tenido que aparcar ambiciosos proyectos.
– Los proyectos previstos no se acometerán mientras no se despejen las incógnitas, pero ahí están. Acabarán haciéndose. Sí habrá que poner sobre la mesa el Puerto Seco de Burgos. Habrá que tratar de sacar adelante una línea directa del tren de mercancías por Aranda de Duero hacia Madrid... Y todo ello, pensando que son muchos los puestos de trabajo a crear.

–La sociedad civil parece haber despertado en el 2011...
– La mentanilidad de la sociedad ha cambiado. Sabe que se acabó ya vivir en la nube y ha aterrizado y ha puesto los pies en el suelo. Es la base para poder andar con fuerza. Ya somos conscientes de que por los derroteros que íbamos no podíamos llegar a nada. Hay que volver al trabajo bien hecho, a la solidaridad, al esfuerzo. Por ejemplo, en el sistema educativo, retomar el esfuerzo. Que la gente pase curso con cuatro asignaturas sólo puede propiciar un caldo de cultivo para vagos.

– Hace no mucho usted decía en este periódico que el sector inmobiliario sería el único capaz de taponar la sangría de paro actual.
– Sigo pensando lo mismo, y me da en la nariz que este nuevo gobierno sabe que es la única manera de sacar del paro a la gente en apenas 24 horas. Pero hay que hacer las cosas con sensatez. Devolver la actividad al sector, contemplando las necesidades que haya. Buscar, al precio justo, las viviendas que el mercado requiere. Rigor. Que el precio del suelo sea justo y eso se traduzca en el precio final. Porque, verá: hay mucha gente, entre los cinco millones de parados que sólo sabe hacer esto. Alicatar, poner ladrillos, enchufes... y hay que devolverles su oficio.

– 2012 también será un año de cambios políticos. PP y PSOE celebran congresos clave...
–Están en situaciones diferentes. El Partido Popular debe demostrar que es un partido cohesionado, que cuenta con gente seria. Me preocupa más la situación del PSOE. Me gustaría que de su congreso saliese un partido fuerte, con un ideario claro y con propuestas. Es evidente que las ideas están bien, pero hace falta que tenga un liderazgo. Habrá dificultades. Pero es fundamental que en la oposición haya un partido sólido y cohesionado para que el gobierno se esfuerce más.

«Garoña debe seguir abierta, e incluso hay que ver si se potencia»
La promesa electoral del PP de revisar la clausura de Garoña está sobre la mesa. Los empresarios burgaleses y miles de vecinos del entorno ya pusieron de manifiesto que son muchos cientos de familias las que dependen de esta instalación. «Es una sociedad acostumbrada a la convivencia con la central nuclear», remarca Antonio Miguel Méndez Pozo, quien va más allá y señala que «yo no sólo plantearía que viviera más, sino que se buscase una fórmula para potenciarla». Méndez Pozo es rotundo: «la central no se debe cerrar si la seguridad está garantizada». Y así lo atestigua un reciente estudio del CSN. En este punto, concreta que «lo más lógico es que este nuevo Gobierno lleve a sus justos términos la ampliación del plazo de vida de Garoña».

«Tras vacas flacas, las hay gordas»
Antonio Miguel Méndez Pozo aplaude la reciente aprobación del Corredor Ferroviario Transeuropeo Atlántico de Mercancías y Viajeros. Un proyecto que ha defendido con uñas y dientes desde su presidencia, durante años, de las cámaras de medio centenar de territorios del Norte de Portugal y España y el Sur de Francia. «Es una pena que no se haya dado luz verde a este proyecto cuando la ola estaba en altura, pero ahí está. Y sabemos que tras las vacas flacas vienen las gordas». Si bien, Méndez Pozo incide en que «uno de los grandes fallos que ha tenido España, como también Portugal, ha sido no defender con más solvencia la Península Ibérica». Y es que, señala, «habrá que ver cómo evoluciona el norte de África, ver todos los proyectos con perspectiva y tiempo».